domingo, 25 de octubre de 2009

Una paloma...









Cuando Efraƭn entra, miras hacia el piso con ojos muy abiertos como si buscaras algo diminuto en la superficie irregular del mosaico. Este dƭa la lluvia cae con fuerza y la cafeterƭa es el refugio adecuado para varios de los clientes que en ese momento ocupan el local. Conoces la rutina de Efraƭn: acudir al Rƭvoli de lunes a viernes al tƩrmino de su jornada laboral para cerrarla con su bebida favorita.

Después de solicitar un espress doble en la barra, Efraín se quita la gabardina, coloca en el suelo su portafolio y se sienta en una de las mesas. De reojo lo ves. Tiene algunas canas en las patillas y en la barba de candado que tanto te gustaba, y continúa acicalÔndose el pelo con esos movimientos rÔpidos de atrÔs hacia adelante que siempre le erizaban el peinado.
Bright moments suena leve a travƩs de las bocinas colgadas sobre repisas. En las paredes rojas, las sombras de los clientes se distienden como guardianes nocturnos; mesas chaparras le aportan intimidad al ambiente sutil.

Muchas veces planeaste y en varios escenarios este momento. Ante el espejo ensayabas los gestos, el movimiento de tus manos, las palabras adecuadas; te vestirías de colores fríos porque, según tú, debías trasmitir el mensaje con tranquilidad. Para decidir el lugar conveniente: el restaurant donde come o la cafetería, tardaste dos años y a este último lo definiste como espacio neutral, sitio de excusa para encuentros; por eso fue designado. La fecha resultó para ti un conflicto mayor. Viviste pocos meses tranquila sin pensar en elegir; y en muchos te invadía la angustia. Los mÔs te sumergías en laberintos de insomnio e inquietud. En ese vaivén transcurrieron seis años.

Hoy llegas a la cafetería en este día nublado que amenaza con disparar gotas gruesas de lluvia como las que te llueven en el alma y sin vestir ninguno de los atuendos que compraste para la ocasión. Tu imagen se refleja en los vidrios de la entrada del
Rƭvoli; la miras un momento e intentas reconocer a la mujer desaliƱada, ojerosa y sin peinar. Mejor agachas la cabeza y entras.

Faltan treinta minutos para el arribo de EfraĆ­n
. Cuando ves la hora en tu reloj pulsera, sientes un impulso de salir corriendo y perderte entre las calles; logras dominarte con los puños apretados. No quieres café, son suficientes los recuerdos para mantenerte alerta y con el corazón en vilo. El mesero te sirve el té que solicitaste y, al mismo tiempo, mira tus manos; entonces, advierte los rasguños y por instinto las escondes. No te molesta la seña en círculo que hace alrededor de su oreja cuando se dirige hacia la barra; otra mesera secunda la befa, tal vez no estÔn equivocados.

Flashazos iluminan tu cara, son los relÔmpagos que dan la bienvenida a la tormenta; llega brusca, lanzando en cortinas chorros de agua. Es inevitable, empiezas a llorar al tiempo que el cielo se desgrana; rÔfagas de viento le escupen a las gotas, deformÔndolas; el ventarrón se filtra sin obstÔculos al
Rívoli. Hay algunas mesas vacías; el ruido de la lluvia y el murmullo humano opacan el castañeo de tus dientes. Dos hombres sentados en la mesa de la entrada han descubierto que lloras, te miran por momentos con discreción. Este día muchas cosas estÔn en tu contra; el ambiente, tu atavío y el principal: lo indefectible. Sabes que hablar de vida, de nacimiento, es diferente a dialogar de muerte. Dar una noticia de pérdida sin haber anunciado antes la ganancia resulta ambiguo. El tiempo se comió el momento adecuado y lo permitiste. Durante seis años tu hijo ahuyentó tu soledad y te dio alegría. Hoy el dolor es grande, te despiertas a diario de un sueño no reparador, sintiendo el fantasma del beso infantil. Echas de menos sus ojos grandes, sus travesuras, sus hoyuelos, su mirada condescendiente cuando lo reprendías. Entras a su recÔmara que no has logrado desocupar, el dolor que experimentas te lacera; a veces, temblando, imploras tu muerte para escupir esa opresión en el pecho que te impide respirar. Existen momentos en los cuales revientas maldiciones, te enojas con las circunstancias; luego estÔs agotada, abrazas sus ropas y besas sus fotografías. Un día deseaste que Efraín estuviera a tu lado y, desde entonces, la idea de compartir el dolor no ha dejado de dar vueltas en tu cabeza. Por eso estÔs en la cafetería.

Por un momento dudas de que Ʃl llegue, la lluvia no cesa, se encuentra en lucha intermitente con el viento. Miras el piso cuando al fin Ʃl pasa a tu lado; despuƩs, se sienta en la mesa contigua.

El espress de Efraín ya estÔ sobre su mesa; se agacha para sacar un libro del portafolio y, entonces, te ve. Esa mirada tan tuya, bien cocida, espesa, jala la de él. EstÔs mÔs delgada, tú pelo corto lo hace dudar. Seis años no son demasiados o quizÔ no son de importancia cuando existió atracción y armonía.

El conflicto de nuevo aparece en ti, enfrentas la indecisión sin desviar los ojos del suelo; entonces (en esta cafetería rodeada de locales y edificios, donde vive la rutina) vuela una paloma gris y blanca. Ni tú ni Efraín logran definir con exactitud de dónde sale. Hilos sin nombres te jalan. Te pones de pie cuando él se dirige hacia ti. Sin darle tiempo para nada, sales a llorar con la lluvia, a cargar sola el duelo con las mismas piernas con las que cargaste tu demodé.





FIRMA:Un ser de este mundo


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25 comentarios:

Marina Agra dijo...

Ay, Mafalda. Este relado es desbordador. Te felicito por la construcción de esta historia. Un beso grande!

Mafalda dijo...


RESPUESTAS A COMENTARIOS DEL POST: “VOLAR NO ES LA SOLUCIƓN.




Champignon:

Un amor grande fue lo que conocí, idealizarlo es el error mÔs grande que se comete. Al momento insisto en no mirarlo y recordarlo como ser único. Me niego mi Champy.
El poema me encanta, es idƭlico y saca suspiros a las damiselas. Pero yo pienso como tu comadrita. Me bajo de la nube y miro lo real. Cruda como realidad que se jacta de serlo. Asƭ que dejƩmonos de cosas.
Ya vi la peli, esta chida. Y esas nal… perdón, el bomboncito estĆ” para comĆ©rselo jajaja.

Aurore:

Jejeje, sip, cada quiƩn con su baile y sus propios pasos mi Dama.
Yo me uno.

Mi Flaquis:

Coloqué primero el poema de Girondo y luego el texto de Rosa a propósito jejeje. Y sip, pues, la relación de pareja es mucho a mÔs abstracta incluso que una pintura. Y conozco tipos y tipas que se lanzan ensayos enteros acerca de un cuadro en exposición, encontrÔndole puertas secretas; y en su vida no tienen ni la menor idea de los bajos relieves.

Marina:

AsĆ­ es, el bosque y los vuelos asosiegan el alma. Gracias Marina por tus palabras.

Sonia:

¡Clarin!, sólo es cuestión de alimentarle adecuadamente la imaginación, jejeje. Y sip, eso que dices es poĆ©tico mi S.

Jota pe:

Estar en la vida no quiere decir que estƩ acompaƱada.
Hay soledades raras mi pechocho amigo.

Lumpenpo:

Es la segunda ocasión que mencionas a Huidobro jejeje, sabes amigo, a Vicente lo conocí (leí) por medio de un amigo encantador, de mirada franca y fumador empedernido como tu servilleta.
Hablando de Huidobro, el dice: “No se pueda amar a una sola mujer, no se las puede amar a todas. Hay que buscar un tĆ©rmino medio: amar las mujeres bonitas” , Jejeje, nada romĆ”ntico para las damiselas jajajĆ”. ¡Ah! Y tambiĆ©n dijo: “El hipócrita dice: “Lo que me importa es tu alma y no tu cuerpo”… y a los nueve meses tiene un hijo”.
El amor espanta, eso que ni que.
Yo te envĆ­o besotes y abrazotes mi Poeta.

Noesperesnada:

Jejeje, ya ves, tu nombre lo dice todo jajajĆ”.

Abuela:

Rosa, ¿serĆ” especial?, nop, no creo, es mĆ”s bien una lunĆ”tica jejeje.
Gracias abuela por tus palabras.

Champignon:

¡Gracias mi amor!

Maxi:

¡Vale!, yo le digo a Rosa.
Mmmm, pero el tipo ya se murió …¡Chale! Jajaja.
El tĆ­tulo viene a ser la respuesta a Girondo pues jejeje.

W:

¿SerĆ”? …

e.r:

Sip, así te salió, jajajÔ.
¡Ay! Mi Ever, si Rosa tuviera tu edad, tomarĆ­a un avión sin meditarlo mucho para reflejarse en tus ojos jejeje… auchhh, ya me vi lancetas jejeje.

Incitatus:

¡Chale!, su natura no es ser una abnegada ama de casa. En eso tambiĆ©n radica su rareza…
: )



Mafalda

marichuy dijo...

Mafis

Uno piensa tanto en cómo serÔ el reencuentro. No un reencuentro cualquiera, sino "el reencuentro". Las mujeres somos tan raritas, que no sólo delineamos una y otra vez la posible escena (las varias posibles escenas), también pensamos en el peinado, el vestido, los zapatos, etc., que llevaremos puestos para ese gran momento. Y entonces de tanto esperarlo (seis años!) y planearlo... a la mera hora, no hacemos nada de lo imaginado con antelación.

No sé si la súbita aparición de la paloma sea metafórica; pero yo veo en ella la constatación de que ya es tiempo de dejar ir las cosas, los recuerdos y el dolor y de paso, emprender el vuelo hacia otros derroteros.

Pero el ambiente que creaste es tan melancólico, casi anunciando que con semejante tormentón las cosas no podrían tener un final romÔntico. Diría François Truffaut: "porque la vida casi nunca los tiene, es que yo no hago finales felices; prefiero los abiertos, para que cada quien se haga su propia versión"

Un beso

Aurore Dupin dijo...

Quería un ave fénix y sólo era el arrullo en un nido improvisado.

Workaholica dijo...

Auch!!!

Y es que es tan difĆ­cil compartir el dolor....

Besitos mi Mafis

Univocidad dijo...

wow! ... que envolvente manera de narrar las situaciones, entre pequeƱos-grandes detalles vas tejiendo un nido de ilusiones que evoca emociones.

un gusto leerte, espero seguir haciendolo.

Un saludo cordial.

LUMPENPOETA dijo...

vuela una paloma y se van los pasos sin retorno ¿para quĆ© regresar? Feliz decisión, que la lluvia deslavarĆ” los Ćŗltimos resquicios de la duda. Todo un ambiente para desandar el camino y que se cimpla el duelo, asĆ­ entonces se anuncia lo que viene, que serĆ” mejor y volarĆ”n otras palomas, en otros cielos y otro lares.

Besos y muchos a Mafalda.

Champy dijo...

Me estoy conteniendo nomƔs para censurar mi irrespetuosidad, no por otra cosa.... serƔ la lluvƭa, serƔ la debilidad, serƔ la falta de empatƭa, serƔ la cobradƭa...o acaso el egoismo?

Pero ya vendrĆ© con mi epilogo desbarajuste vueltas de de turca cruces de carril y sacudid´n a 190 km/hr...que entre otras cosas....que a toda madre se siente....

2046

Champy dijo...

Pero que si quede claro desde este momento.

Manuel podra ser culpable de lo sucedido hace 6 aƱos, pero ahora no.

Y en esto, soy Irreductible.

Y mira que normalmente estoy con la mujer.

Ahora no.

Y no me vengan con que: Ay! TenĆ­as que ser hombre!

Cuando una mujer hace uso de los guevos que no tiene soy el primero en aplaudirle.

2046

Anónimo dijo...

el sector viejero de este planeta es bien, pero bien raro!. No inventes!,
al momento de comenzar a leerte pense en la imagen que acompaƱaba -que me sentia ahi mismo- y con el giro que diste a la historia, comprendi inexplicamblemente pero perfectamente la reaccion de ella. damn it!

los reencuentros amorosos es una de esas terribles cosas en las que uno siempre piensa, deseando que pasen, preparandote para ell para hacer exactamente lo opuesto.
mas claro, el agua!

=0p


un abrazote muƱequita, excelente cuento, por supuesto.

Champy dijo...

He pensado mucho al respecto y aĆŗn no concluyo nada.

Es muy facil emitir un juicio y señalar un culpable, y mÔs si estamos a fuera, pero mientras mÔs los pienso mÔs compruebo que en una pareja de 2 (porque las hay de 3 y de 4) siempre hay 2 culpas así como 2 víctimas y 2 verdugos...ya lo decía la sabia Lupe: Y acuerdate que según tu punto de vista yo soy la mala!

Siempre, desde que tengo uso de la memoria, me he identificado con grandes mujeres, las he admirado, quizƔ porque yo creƭa tener una en casa, yo admiraba mƔs a La mujer maravilla que a Superman desde chiquito, y preferƭa las peliculas de Dolores de Rƭo a las de Pedro Infante...empatando esto a mi vida ahora lo veo muy claro.

Pero es esta misma razón la que hoy me hace señalar la cobardía de ella, la idecisión, la falta de tanates, el empeño en sufrir a solas, el....

Ɖl ni siquiera sabe del nacimiento, ahĆ­ ella fue valiente y obsecada y decidida y emprendedora y.... se llevó todo eso la muerte? QuizĆ” soy severo y me paso de tueste, pero hoy me queda claro que mi personaje menos favorito hoy y siempre serĆ” la Madre.

Vivan los locos que inventaron el amor!

2046

1 beso a ti y otro a Corne.

Champy dijo...

Al Corne lo agarrƩ quietecito en la plaza de Comaaalaaaa!!!!

2046

La abuela frescotona dijo...

El amor no es para cobardes...el amor vive de actos generosos,pobre mujercita...

LUMPENPOETA dijo...

Mafalda, Ely me dió un premio y yo lo comparto, si te gusta te lo traes y sino no hay problema.

De una vez te mando muchos besos.

Anónimo dijo...

Hola amigocha, buenos dƭas, pasƩ por tu casa a dejarte un fuerte abrazo... Se extraƱa un cafecito pero mƔs la compaƱƭa.

Champy dijo...

Sabes que me estoy preguntando amiga?

Que hacer, cuando inicias algo, que tu crees estÔ iniciando mal, pero es tan rico y tan placentero que te vale madre todo lo malo, y tu así quieres iniciarlo...si ya sabes que inicia mal, lo lógico es que así se vaya y así concluya...me sigues? Alguna vacuna contra el tsunami que se te avecina?
Los tsunamis se predicen y medio son controlados sus daños.... podemos hacer lo mismo con el corazón?
AƱos tengo protegiendolo, cuidandolo, dejandolo afuera...pero ya se me estƔ revelando, ya quiere que lo invite y lo incluya en el juego.....
Pero acuerdate que de 2046 nadie regresa..

2046

BENCHO dijo...

me ha gustado, sigue asĆ­ espero poder leer mas

Incitatus dijo...

...

Lo espera unos minutos, mientras las horas se vuelven aƱos. Y ni cafƩ ni tƩ pueden evitar que no se presenten junto a cada gota los recuerdos.
Pero esa falta de valentĆ­a es justo lo que regresa con la tormenta.
Al momento de la verdad, agua y recuerdos, cobardĆ­a y tormenta, es el mismo detonante para no cambiar las cosas.
Cierto, el amor no es para cobardes.

Resulta difĆ­cil la empatĆ­a, pero se logra y a la vez frustra y da coraje.

Sƭ, yo tambiƩn quiero salir corriendo del local y patear una paloma.

Impactante seƱorita...

Anónimo dijo...

HOLA AMIGOCHA, PASƉ TEMPRANO A VISITARTE PORQUE MƁS TARDE NO SE SI PUEDA HACERLO. SƓLO PARA DECIRTE QUE ESCUCHANDO LA CANCIƓN DE ROBERTO DARVIN, COSTEƑA DEL TIEMPO SOLO, ME ACORDƉ DE TANTAS COSAS...

... QuedĆ©monos en silencio y escucha cómo, cómo el tiempo va pasando ¡ay! va pasando. Y no es que ya no te quiera, simplemente que te olvido, si aĆŗn en mis sueƱos te sueƱo, cómo no te habrĆ© querido.

SALUDOS NOSTƁLGICOS.

Gus dijo...

Jajajaja! No habĆ­a visto tus reglas para comentar, las amo!

Pues te platico dos cosas:

1. Hay un premio para ti en mi blog.
2. Acabo de ver que ya te lo otorgaron! (Es como ganarse dos Ɠscares?).

En fin, sea de la manera que sea, ojalĆ” puedas pasar a misa para recogerlo.

Todos los besos

marichuy dijo...

Mafis querida

Sólo pasé a dejarte un beso
Espero que estƩs bien

Marichuy

Kix dijo...

Me quedƩ con las ganas de verla lanzarse a los brazos del chico y abrazarse!

Diego FabiƔn dijo...

Al descubrir la verdadera intención del encuentro, me remordió el corazón (y mÔs aún por las imÔgenes que vinieron a mi mente... Ya te contaré con detalles en un mail...)

Supongo que ese tipo de dolor es extremadamente intenso; espero jamƔs experimentarlo...

En definitiva, lograste introducirme en el relato (siempre lo haces...)

Hace buen tiempo que no venĆ­a de visita... Me invitas un cafecito??...

Te dejo un abrazote, mi Mafis...

Fernando Garcƭa PaƱeda dijo...

Ese dolor es tal que, o se comparte desde su puñalada inicial, o sólo cabe esperar la llegada de la muerte. Si es que existe algo liberador.
Igual que la paloma: sólo puede volar.

Mafalda dijo...




Marina:

Me alegra que te guste. Gracias por tu visita.

Marichuy:

Escribir historias de liberación para ser libre mi flaquis, así es.
Los reencuentros de ese tipo o tal vez de cualquier tipo son en extremo complicados.
Este ejercicio de taller de eso se trató. Samperio dijo: “Para el siguiente jueves hacer un texto con las siguientes caracterĆ­sticas: Una persona a la que, en dĆ­as pasados, se le murió un hijo, entra en un cafĆ©. Describir: el cafĆ©, las cosas, la gente que ve tu protagonista, los camareros....con ese estado de Ć”nimo. Tu personaje no puede decir que se le murió el hijo ni que lo acaban de enterrar.

Asƭ que pues intentƩ darle ese matiz.

Aurore:

Sabes mi Dama, veo con frecuencia que para muchas mujeres tener un hijo es obtener un ave fƩnix. Muy respetable por cierto.

W:

Mi flaquita, estoy de acuerdo, aunque yo desde hace mucho tiempo lo comparto, no sƩ, a lo mejor es algo tonto pero descargar algo de dolor aminora el peso.

Univocidad:

Me alegra que te guste. Ya visite tu choza, me parece interesante. RegresarƩ.
Ahora te invito a tenerme paciencia, soy por momentos organizada en el tiempo, pero en otros, no me doy ni medio minuto para las cosas que me gustan. Me darƩ mis vueltas por tus rumbos.

Mi Poeta:

Muackkk, gracias por los besos.
No hay que regresar, ni mucho menos desandar el camino.
¡Volemos!

Champignon:

JajajĆ”… Chulada de hombre, ¡caray!
En esta narración no intentĆ© crear culpables mi amigo. No cabe duda que es cierto los que dicen: “una cosa es lo que el que escribe plasma y otra muy diferente la historia que “ve” el lector. TĆŗ leĆ­ste una historia que no escribĆ­ acerca de la mujer, y saliste en defensa de Manuel. Es probable que tambiĆ©n hayas leĆ­do su historia (de Ć©l) en estĆ”s letras. Historias que tĆŗ creaste.
Así lo hace cada lector mi Champy. Quédate con lo que te guste, enójate con la mujer cobarde. No hay ningún problema. De eso se trata la literatura, de mostrar acciones humanas y provocar reacciones.
Muacckkk, besitos a ti. Cornelio te envía muchos y ademÔs un terroncito de azúcar.

Abuela frescotona:

AsĆ­ es mi querida abuela. Lo malo es que existen tan pocos valientes jejeje.

Mi poeta:

Ya tengo mi regalito. Pero lo mƔs importante es tenerte a vos.

Anónimo:

Amigocha, ya te registrĆ©. Estos ojotes te vigilan jajajĆ”…

Bencho:

Ya fui a visitarte. Escribes poesĆ­a, ¡vaya pues!, lo que es Lumpenpo y vos me la ponen difĆ­cil jajajĆ”. Pero ahĆ­ andarĆ© en tu choza de vez en vez.


Incitatus:

Auchh, gracias por lo de seƱorita, jajajƔ.
Usted enójese mi amigo, de eso se trata esto.

Anónimo:

¡Ah! Que mi amigocha. Esa canción la conocĆ­ por ti viejilla. JajajĆ”, esos recuerdos que te trae la letra mi amiga, ¡caray!... ¡pinches hombres!

Gus:

Ya tengo en mi blog el regalito…¡gracias guapo!

Marichuy:

Gracias mi flaquis.

Kix:

¿Cómo para quĆ©?
En la vida real es muy complicado mi preciosa Kix.

Diego:

Me alegra que aparezcas de nuevo mi amigo.
Me alegra que te sigan gustando mis locuras. Recibo el abrazo. Espero el mail. Y cuando visites MƩxico te invito un cafƩ con mucho gusto.

Fernando:

Un honor tu visita mi amigo escritor. Y sip, es un texto liberador.
Un besillo volaooo para ti.


Mafalda

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