lunes, 27 de octubre de 2008

ALGUNOS SE ATREVEN









**Dedico este post a todas esas almas que tienen deseos de soñar (a mis sobrinas: Itzel, Cinthya, Olivia, Helia y Daniela). Y también a alguien que me sorprende por su valentía al explorar y buscar sin miedo: A mi queridísima Kix. Por cierto, también se lo dedico a Mini-Kix. Ya tendrá su mamá algo que contarle cuando solicite lo siguiemte:


- ¡Tía, queremos que nos leas un cuento! -entraron de improviso a mi habitación tres pares de ojos, y sin ser invitadas se acomodaron a mi alrededor.
- ¿Un cuento? Mmmmm, a ver...¿de algún tema en especial? -pregunté con doble intención. Estaba segura que tres adolescentes necesitaban con urgencia escuchar cualquier cosa acerca del amor.
- Algo chido, romántico, de novios jajajaja.
No pasó ni por un segundo por mi cabeza leerles cuentos rosas, princesas que vivieron felíces para siempre etc., y de pronto que recuerdo esta belleza, me senté frente a ellas, e inicie la narración.
Estoy segura que muchos huirán al ver el tamaño del post, aunque quiero advertirles mis lectores -porque estoy segura- no se arrepentirán, la narracción los atrapará desde el inicio (característica necesaria de un buen cuento) los hará soñar y al final reír cómplices con el autor...

Té para dos

El escritor les aconseja, queridos lectores, que no lean este cuento un miércoles y de ninguna manera antes del mes de mayo. Además, lo más conveniente sería que lo leyeran por las noches y en la cama. Descubrirán las razones por ustedes mismos. Aún debo decir que en este cuento no hay héroes; los únicos héroes aquí son ustedes, sus lectores.
Yo sé que, mientras escribo esto, mi ojo izquierdo mira el papel como el ojo de mi padre, y el derecho, como el ojo de mi madre. Tal vez por esa razón esto no resulta tanto un cuento como una especie de elixir de amor, y estos renglones se convierten en las instrucciones para el uso de dicho elixir.
Ustedes, no obstante, saben que la diferencia entre dos amores puede ser más grande que la diferencia entre el amor y el odio. Quizás por eso cada amor grande empieza con tres pequeñas mentiras y son justamente ellas, esas pequeñas mentiras, lo que tenemos que agregar al cuento como base para esta pócima de amor.
La primera de ellas, queridos lectores, sean quienes sean o se llamen como se llamen, será su nombre secreto, es decir falso. Así que el nombre de la lectora de este cuento será desde ahora Aseneta, como la esposa del hermoso Josefo, mientras que el nombre secreto del lector será Aristin como se llamaba un escritor del siglo XII.
Pero el elixir de amor aquí ofrecido podrán aprovecharlo, queridos Aseneta y Aristin, sólo si pasan por una iniciación especial, es decir, si logran alinearse entre los héroes de este cuento. Porque no todos los lectores de este texto podrán realizarlo. Por otro lado, tengan en cuenta que eso no es inocuo, porque la conversión del lector en el héroe de un libro le da la posibilidad al escritor de lastimarlo, incluso de matarlo, en cuestión de dos renglones. Sin embargo, nuestro objetivo aquí es el amor, y no la muerte, un elixir de amor, y no un veneno. Así que ármense de valor y escuchen las primeras instrucciones. Aparentemente, todo parece bastante fácil, es suficiente que en un futuro cercano mientan tres veces, pero también se necesita que algo ya haya ocurrido en su pasado reciente. Un evento aparentemente pequeño e insignificante, que, sin embargo, representa la condición para acceder a la pócima del amor.
Mis instrucciones seguirán por separado para Aseneta y después para Aristin, porque difieren dependiendo de su destinatario.

Instrucciones para Aseneta
1. Querida Aseneta,
Tal vez tiene usted unos maravillosos ojos negros que lanzan miradas aromáticas a su alrededor, tal vez siembra tras de sí sombras costosas y tal vez orina agua de colonia, como dijo una escritora, pero eso no le ayudará a llegar a ser la heroína de este libro. Lo puede conseguir sólo la lectora que antes del día en que empieza a leer este cuento haya perdido una llave. Una llave cualquiera. La llave del maletín de maquillaje, la llave de su auto, o de un departamento ajeno, da igual. Si eso le ha pasado está en buen camino y sólo usted puede considerarse la heroína de este cuento y la portadora del nombre falso de Aseneta. Ninguna otra. Las demás lectoras pueden tirar este libro, inclusive, porque él ya no se refiere a ellas.
2. Su siguiente deber, querida Aseneta, es soñar un sueño. Antaño los monjes de Constantinopla curaban las enfermedades del sueño de sus hermanos, o de otra gente, solicitándole a toda la hermandad de su monasterio que una determinada noche soñara el mismo sueño, previamente descrito. Algo semejante se necesita aquí también. Sólo que aquí el modelo tiene que ser un sueño femenino, por lo que vamos a aprovechar un sueño que había soñado mi media hermana. Así que la lectora que se sentó a leer este cuento habiendo olvidado en algún lugar una llave, por lo que tiene derecho a llevar el nombre de Aseneta, debe soñar el siguiente
Sueño femenino
Sueño que camino de noche por una calle desierta. Es tarde, está oscuro, empiezo a sentir miedo cuando de pronto escucho unos pasos detrás de mí. Son pesados y resuenan cada vez con más velocidad. Aún estoy lejos de mi casa, me apresuro, y luego empiezo a correr con pánico. Los pasos pesados son cada vez más frecuentes y el desconocido a mis espaldas está corriendo. Me persigue. En una esquina alcanzo a verlo con el rabillo del ojo. Es un hombre más robusto que yo, que apresura su paso sin hablar en la oscuridad. Allí ya no hay calles, sólo una zona densamente poblada, uno atraviesa los patios de las casas, viejas escaleras, pasa por los pórticos, a veces por las antesalas abandonadas de las casas. De pronto, como suele ocurrir en los sueños, las piernas ya no me obedecen. Sigo corriendo, pero no me muevo de un portal que me observa con su oscuridad. Me quedo paralizada. El desconocido se acerca cada vez más, casi me cubre su sombra, pero en el momento decisivo de repente deja de perseguirme, se detiene en una esquina, se para junto a la pared y orina por un largo, largo rato…
3. Por supuesto que a la mañana siguiente, en cuanto se despierte, querida Aseneta, usted se dará cuenta que no lo ha logrado. No ha soñado el sueño solicitado, sino algún otro, diferente, quién sabe cuál. Pero no se preocupe. Eso no importa en absoluto. El sueño, en realidad, no le fue solicitado para que lo soñara, porque hoy en día ya nadie sabe hacerlo, sino para recordarlo muy bien. Incluso, hay una razón adicional, pero cada cosa en su momento. Ahora debe buscar algún arete suyo. Cualquiera. Necesitará sólo uno. Póngalo en su bolso.
4. El siguiente miércoles debe ir a la terraza de la taberna más cercana a la iglesia principal de su lugar (aquí en Belgrado, sería la terraza de la taberna “El signo de interrogación” en la calle Kralja Petra, número 6). Al medio día debe sentarse allí, al sol, y ordenar un té. Mientras lo esté bebiendo ponga sobre la mesa aquel arete. Luego ya no tendrá que hacer nada, salvo esperar. Debe esperar a un joven que pondrá sobre la mesa ante usted una llave sin cortar. Sin embargo, la espera es un oficio difícil. También una buena escuela…Pero, tenga cuidado, el cuento en este punto puede dejar de ser un cuento de amor en un sentido clásico. Porque, sólo Dios sabe a quién traerá la casualidad ante usted un miércoles en la terraza de la taberna para que en un té para dos se tope con quien le hace falta en la vida…Puede suceder que nadie con una llave aparezca no sólo ese miércoles, sino tampoco el siguiente. O puede suceder que un solo joven con una llave sin cortar se tope con diez chicas con aretes sobre la mesa. Es decir, este cuento se convirtió en una tienda de elixir de amor, pero éste, como todas las demás pócimas mágicas, no es inocuo.

*
En este lugar de pronto dejé de escribir porque en mi mente apareció una pregunta clara como el cristal:
-¿Por qué le mientes? ¿Por qué mientes a Aseneta, si sabes muy bien que es totalmente incierto que algo ocurra y qué cosa puede ocurrir el miércoles siguiente en la terraza de dicha taberna?
Al pensarlo un poco me respondí a mí mismo:
-Porque cada gran amor empieza con tres pequeñas mentiras…

Instrucciones para Aristin
1. Querido Aristin,
Usted puede tener las manos y la voz que hacen temblar los oídos femeninos, los bigotes que embellecen su sonrisa y la sonrisa que embellece sus bigotes, pero eso no va a ayudarle a convertirse en el héroe de este cuento. El lector atinará fácilmente si él es el verdadero, si es el único que puede lograrlo, si por la noche, en la cama, cuando se disponga a leer este cuento, recordara que hace poco encontró en el pasto o en la calle un arete perdido. Un arete femenino común que no tiene que ser caro en absoluto. Ese lector es el elegido. Y sólo él tiene derecho de llevar el nombre secreto del héroe de este cuento: Aristin. Los demás ya pueden desistir de los intentos y la lectura de este cuento ya no les va a concernir.
2. Si ha leído la instrucción del punto 2 para Aseneta se refiere a usted también. Aquí está el sueño que se requiere de usted para los fines mencionados con la advertencia de que se trata de un sueño masculino que yo había soñado, por lo que supongo lo podrá soñar usted también, Aristin…
Sueño masculino
Sueño que estoy acostado en una cama. Arriba de mí está el techo de madera al cual está sujeta una mesa cuadrada puesta para comer. Parece como si estuviera clavada a un suelo de madera volteado. En la mesa están de cabeza, pero sin caerse, un plato lleno de comida, tenedor, cuchara y cuchillo, una fuente con pan y un vaso de aguardiente de ciruela pasa. Tal vez en el plato está el bagre frito en agua para el Día de San Nicolás. El techo es bajo y la mesa está justamente a una distancia que acostado pueda tomarme el aguardiente y almorzar todo lo que hay en ella. Y eso resulta tan fácil que causa un placer supremo, una calma y felicidad que desconocemos en la tierra. Todo allí es completamente “natural”, adaptado al cuerpo, un cuerpo astral, que está conectado con mi cuerpo a través de mi ombligo astral…Mientras aquí, en la Tierra, camino por un bosque y me duele cada hoja.
3. Querido Aristin, creo que usted no pudo soñar el sueño exigido y comerse allí el almuerzo, aquel bagre frito en agua para el Día de San Nicolás. Pero no se desespere. Usted ya sabe, porque echó un vistazo en las instrucciones para Aseneta, que el sueño no se le exige para soñarlo, sino para otros propósitos. Por eso, continúe ahora su camino, es decir, pase por una tienda y cómprese la llave sin cortar.
4. El siguiente miércoles váyase a la terraza de la taberna más cercana al templo de su lugar (aquí, en Belgrado, está en la calle Kralja Petra, número 6, donde se encuentra la taberna “El signo de interrogación”). Tendrá que estar allí al mediodía y buscar a una persona femenina que esté tomando té y sobre la mesa ante ella tenga un arete femenino. Acérquese a ella, ponga la llave sobre la mesa y pregúntele si usted puede sentarse. Si ella no le da permiso, preséntese, dígale que se llama Aristin. Si ella es Aseneta, se puede suponer que le ofrecerá el asiento y usted le contará lo que soñó la noche anterior. En realidad, el sueño que no ha soñado, sino que le fue exigido. Cuénteselo como si lo hubiera soñado, aunque no lo hubiera hecho. Si también ella le cuenta un sueño que le fue pedido, el cual usted ya leyó en este cuento, se cumplió el objetivo y todos los requisitos están ahí. Es decir, cada amor grande empieza, como dijimos, con tres pequeñas mentiras. Esa condición la habrán cumplido los dos parcialmente, mintiendo haber soñado lo que no soñaron y presentando sus nombres falsos. Eso significa que están en el mejor camino para aprovechar el elixir de amor y convertirse en los protagonistas de un gran amor. Si Aseneta le pregunta a usted, querido Aristin: ¿por qué precisamente una llave y por qué precisamente un arete?, usted contestará lo siguiente: No tiene ninguna importancia si es una llave o un arete. Lo importante es que a los hombres, por lo general, les falta algo de atención, así que alguien que fue lo suficientemente atento para notar en el pasto o en la calle un arete perdido es muy recomendable. A las chicas, por lo general, les falta ser un poco distraídas, entonces, es recomendable la que puede llegar a perder unas llaves. Esos dos, según parece, podrían formar una pareja bastante armoniosa…
*
En este lugar interrumpí por segunda vez la escritura de este cuento porque en mi mente apareció una pregunta clara como el cristal:
-¿Por qué le mientes? ¿Por qué mientes a Aristin, si sabes muy bien que todo es totalmente incierto? Porque los que lo intenten experimentarán por sí mismos que una relación basada en llaves sin cortar y una chuchería femenina no debe significar gran cosa. Puede ocurrir que Aseneta y Aristin simplemente no se gusten. O aún peor, puede darse el caso que, yo mismo me lo imaginaba, que Aseneta o Aristin no encuentren a nadie para tomarse un té para dos con ellos, alrededor del medio día en la terraza junto a la iglesia. La cosa puede convertirse en la amistad entre dos chicos, un compañerismo mutuamente útil entre un viejo y una joven, la plática entre dos viejas, un romance entre dos lesbianas o quién sabe qué más. Entonces, ¿por qué mientes a Aristin?
-Porque cada gran amor –me respondí a mi mismo- empieza con tres pequeñas mentiras…

II
Casi dos años después de que este cuento fuera escrito y publicado en un periódico me llamó por teléfono una voz masculina, me dijo que no nos conocíamos, que era mi lector y que tenía que decirme algo extraordinario en relación con el cuento “El té para dos”. Quedamos en encontrarnos en la terraza de la taberna “El signo de interrogación”. En ese entonces yo ya había cumplido setenta años, había entrado en el siglo XXI y empezaba a olvidar sin orden muchas cosas – cazar cornejas, tirar los guijarros sobre la superficie del agua, entrar por la puerta de espaldas, días de la semana primero en ruso y después en francés, mientras que los nombres de días en inglés brotaban de mi memoria a pesar de que jamás lo había aprendido bien. En resumen, el alma se me salía por la nariz, y yo tenía que estornudar cada mañana. Aunque todavía no me olvidaba cómo reír. Por eso me reí en el auricular, él no lo hizo, y nos encontramos en la terraza de la taberna “El signo de interrogación”. Él estaba tomando café y leyendo el periódico “La voz pública”. Estaba en la mejor edad, cuando las virtudes aún no empiezan a convertirse en vicios. Vestía bien, de negro, tenía tres caras transparentes una encima de la otra, cada una hermosa a su propia manera. Y tres tipos de cabellos en la cabeza - uno cerdoso, otro parecido a plumas y un corto pasto hirsuto en la mollera. Con su mirada podía congelar el agua en el vaso delante de él…Yo me desconcerté y concluí: Dios cura, nosotros sólo cambiamos vendajes…
Me contó lo siguiente.

El cuento del lector
“Antes que nada, quiero decirle que yo no soy ningún ratón de biblioteca. Es todo un milagro que haya leído su cuento y el milagro se dio de la siguiente manera. Un día mientras paseaba por Kalemegdan, mi mirada cayó, por pura casualidad, sobre un objeto que brillaba en el pasto. Me agaché y encontré un arete femenino. Parecía un poco aplastado, probablemente pisado, pensé, y lo metí en el bolsillo. Lo olvidé allí, porque los bolsillos son los mejores lugares para olvidar cosas. Cuando después de algunos días volví a ponerme el mismo saco palpé el arete en el bolsillo, primero sorprendido de que estuviera ahí, pero luego pasé por “El Bazar del Milenio” a visitar a un joyero que fue mi compañero de escuela.
- ¿De dónde sacaste esta maravilla? –preguntó.
- La encontré.
Examinó el arete bajo la lupa y dijo:
- Oro de catorce quilates con tres diamantes, tres verdaderos diamantes.
- ¿Cuánto vale eso?
Mi amigo dijo una suma aproximada que hizo dar vueltas a mi cabeza. Siguió examinando el arete cuidadosamente bajo la lupa.
-En el arete hay un poco de sangre seca. Fue arrancado de la oreja de una chica. Por eso está un poco deformado…
Al devolverme la joya mi amigo quedó un poco pensativo y agregó:
- Yo sé de quién es ese arete.
Me quedé pasmado.
- ¿Estás bromeando?
- Lo sabe todo el mundo. Perteneció a Ksenia Kaloper. Hace un mes todos los periódicos escribieron sobre ella. Fue robada y asesinada en Kalemegdan. Sabes aquello: “Nena, ¡quítate la chuchería para que no te arranque la oreja!” No obedeció. A juzgar por los periódicos, le arrancaron los aretes, le quitaron las sortijas de las manos y un anillo de un pie, todo con violencia y rapidez. El asesino tenía prisa. El anillo del pie fue encontrado ahí mismo. Lo demás no…
- ¿Y qué hago ahora con esto?
- Tienes varias posibilidades, cada una peor que la anterior. Entregar el asunto a los órganos de justicia, devolver el arete a la familia de la difunta Ksenia Kaloper, vendérmelo a mí bajo la condición de que yo quiera comprarlo. En los tres casos tendrías que explicarle a la policía cómo lo obtuviste.
Desesperado regresé el arete al bolsillo y decidí olvidarlo allí de nuevo. Por ahora. Antes de salirme de la tienda mi amigo me gritó:
- Todo eso tiene un lado bueno.
- ¿Cuál?
- Te convertiste en el personaje de un cuento.
- ¿Cuál cuento? –me quedé asombrado de nuevo.
- El cuento se llama “Té para dos” y sus personajes llegan a ser todos aquellos que encontraron cualquier arete en cualquier lugar. Yo leí hace poco en un periódico. Un momento…aquí está.
De un montón de periódicos sacó uno y me tendió su cuento. Así llegué a “Té para dos”. Y así se dio que leyera su cuento. En un momento pensé irme a la cita en la terraza del “Signo de interrogación”, hasta conseguí una llave sin cortar por si acaso, pero esas intenciones se vieron impedidas entonces por un gran cambio en mi vida.
Dos semanas después de haber leído “El té para dos” me dieron inesperadamente un empleo en el extranjero. Estuve fuera de Belgrado varios meses, trabajaba en Moscú y tenía la intención de continuar mi vida allá cuando me avisaron que mi padre había muerto, así que vine a enterrarlo y a encargarme de su departamento. Después del funeral y de los demás trámites regresé al desierto hogar paterno lleno de cosas viejas que desde hace mucho habían perdido sus aromas y adquirieron una especie de tufo común. Miraba fijamente esas cosas y a mí mismo en medio de ellas a través de un espejo de mi padre, gastado y con un agujero y sentí que el hombre cada día tenía la oportunidad de ser inteligente al menos por un instante. Porque todo hombre pasa cada día, sin siquiera percatarse, por un semi-instante anterior a su nacimiento y por un semi-instante posterior a su muerte. Entre esos dos semi-instantes está la gota de la sabiduría que apenas notamos…Con esos pensamientos me tumbé en la cama, pero no pude dormirme. Toda la noche estuve dando vueltas y me levanté tarde sin pegar un ojo. Miré por la ventana, me di cuenta de que era casi mediodía y de que era primavera; me puse mi viejo saco que estaba en el armario y que no me había puesto en mucho tiempo. Palpé una llave en el bolsillo, la saqué, me pregunté de qué era y con sorpresa noté que no tenía cortes. Me acordé, por supuesto, que estaba preparada para la cita en la taberna “Signo de interrogación”, pero que jamás tuve tiempo de verificar si funcionaba o no. En el otro bolsillo estaba, desde luego, el arete de oro con diamantes.
De pronto se me ocurrió que podría tomarme el café de la tarde, que necesitaba sobremanera, justo en “Signo de interrogación” y me fui directamente a la calle Kralja Petra. Hacía calor, en la terraza había mucha gente sentada, y no quedaban mesas desocupadas. En una mesa noté a una chica sola tomando té. Tenía un zapato negro con el tacón blanco, y otro blanco con el tacón negro, junto a su taza estaba un arete. De oro con tres piedritas brillantes. Con tres diamantes. Algo deformado. Me quedé petrificado. El otro igual a ése, estaba en mi bolsillo. Al acercarme, puse aquella llave sobre la mesa y dije:
- Buenas tardes, soy Aristin, ¿puedo sentarme?
- Cuéntame un poco de eso –contestó la chica- ¿quién se llama así hoy en día? Es decir, mientes, pero siéntate, ya que el lugar está lleno. Tomate un café y largo de aquí.
Me senté, pedí un café e intenté una vez más. Le pregunté:
- ¿Quiere que le cuente lo que soñé anoche?
- Está bien, si no va para largo. De todos modos estamos matando el tiempo –dijo.
Entonces empecé a contarle el sueño que me fue encargado en el “Elixir de amor””:
- Sueño que estoy acostado en una cama. Arriba de mí está el techo de madera al cual está sujetada una mesa cuadrada puesta para comer. Parece como si estuviera clavada a un suelo de madera volteado…
- Mientes de nuevo. En tus ojos veo que anoche no pegaste un ojo. ¿Cómo pudiste soñar despierto?
Ante esas palabras yo quise levantarme de la mesa cuando ella preguntó:
- ¿Y dónde está tu arete?
- ¿Disculpe? –me desconcerté, pero empecé a revisar mis bolsillos aunque sabía que, por ahora, no iba a enseñarle el arete de ninguna manera. Finalmente pregunté sólo por decir algo:
- ¿Cuál arete?
Creo que mi rostro lucía una sonrisa acartonada mientras pagaba el café, pero ella no desistía:
- ¿Cómo que cuál arete? El que es prerrequisito para que te conviertas en el héroe del cuento “Té para dos” y vengas acá. ¡Felicidades! Es tu tercera mentira hoy. ¡Mentiste antes de que terminaras de leer el cuento! Tú no encontraste ningún arete en absoluto…
Me reí y regresé a la mesa. Desde entonces empezamos a vernos a diario. En las mañanas, mientras me iba a trabajar, la dejaba sola en mi apartamento. Era fácil notar que revisaba los cajones en mi ausencia. Buscaba los diamantes. Anteayer, por fin, le enseñé el arete. Le dije que lo había comprado para mi hermana, que supuestamente usaba esos adornos siempre en una sola oreja. Sabía que eso iba a obligarla a ella y a su cómplice, probablemente el asesino de Kalemegdan, a descubrirse y comenzar a actuar con rapidez antes de que el arete que apenas pudieron encontrar en mi casa, se esfumara de mis manos. Así podía agarrarlos y entregarlos a las manos de la ley…”

*
Ese fue el cuento del joven. Estábamos sentados tomando café y callamos por un instante, cuando el joven apuntó con la mano hacia la chica que estaba entrando en la terraza. Tenía los labios pintados de un brillo labial negro, y en el moño una aguja de plata con una canica de vidrio verde. Calzaba un zapato blanco con el tacón negro y otro negro con el tacón blanco…
Un paso blanco, un paso negro, otra vez blanco, otra vez negro. Y luego un silencio particular. Un silencio salado, diría. Él se levantó, se besaron y mientras todos miraban ese beso, ella le dio la mano a pesar de que él tuviera sus dos manos alrededor de los hombros de ella. Después se volvió hacia mí y se presentó:
- Aseneta. Se ve que usted ha desechado más gorras en su vida que las que yo he comprado. Usted tuvo razón. Aquel elixir suyo sí funciona. Cada amor grande empieza con tres pequeñas mentiras…
Entonces la chica puso ante mí sobre la mesa una caja de dulces con whiskey para hombres “Laroshell de Luxe”.
- Es para usted –agregó-, además le tengo dos preguntas, profesor. Primero, el elixir del amor, su té para dos, ¿también le concierne a usted? Segundo, ¿se puede considerar como una pequeña mentira algo que en el futuro llegará a ser una gran verdad?
- Por supuesto –dije.
- ¿Por qué, entonces, no toma un poco de su elixir de amor que con tanta generosidad nos ofrece a nosotros?
Me reí, ellos se despidieron y se fueron abrazados, y yo ordené en vez de café un té de menta con alcaravea. Como si esperara a alguien en un té para dos. Al abrir “La Voz Pública” que Aristin dejó en la mesa, leí en el periódico que ese día yo había muerto en las primeras horas de la mañana.

*
Mi querida lectora y mi querido lector, seas quien seas, recordarás que mis palabras al final de este cuento son, en realidad, mi declaración de amor hacia ti. Mi tercera pequeña mentira que llegará a ser verdad en el futuro.
Porque cada gran amor empieza con tres pequeñas mentiras.
Autor: Milorad Pavić



¿Qué tal? ¿Verdad que les gustó?

Foto de Jes



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martes, 21 de octubre de 2008

¡ATERRIZA!

DSC02153


Hola a todos.
Les dejo la imagen. Digo, para los que andan por los cielos. La naturaleza siempre nos coloca en el lugar correcto jejeje.
Luego posteo otra cosa.


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jueves, 16 de octubre de 2008

YO AZAR Y NECESIDAD

La futura herida en crecimiento y armonía con la naturaleza. (Argentina 2008. CP de Maiyte Mex)
"Ábrete, ábrete pequeña hoja verde;
ábrete, ábrete gran puerta de piedra".
Leonora Carrington
Éste es un espacio donde mis dedos establecen un diálogo, compuesto a base de movimientos rápidos dirigidos hacia las teclas; el resultado son signos que forman palabras, mismas que les hablan a ustedes al leerlas. Durante meses he intentado que los lectores vean lo que originó el movimiento de mis dedos, la chispa inicial, las imágenes.
Cuando les hablo acerca de que podemos ser otros y al mismo tiempo ser nosotros mismos *(...conviértete en todo y en todos, y se todo y todos al mismo tiempo... Post: Llueve otra vez. Septiembre 2006) es porque yo me veo en otros, y soy muchos al mismo tiempo. Si me preguntan cómo lo hago, sólo podría contestar: "Ábrete, ábrete pequeña hoja verde…"
También puedo ser yo, y mirarme desde otros perfiles:
*(…he escrito en este blog algunas cosas personales, aunque olvidé contarles otras que les resultaran inquietantes. Tal vez ya saben que soy médico cardiólogo, pero de lo que no tenían ni la más remota idea, es que tengo un hijo, un esposo pianista y mujeriego, y dos amantes. Estoy enamorada de Claudio, Tobias, y Ricardo, porque los tres se merecen ser amados. ¡Ah!, y por cierto, los tres se conocen. Mi esposo Claudio es un hombre atractivo, inteligente, buen amante y mucho mejor amigo, tenemos siete años de casados. Lo he acompañado en algunas de sus giras a Europa, y en una de ellas fue que conocí a T...)
Una persona es lo que mis ojos logran ver, si no los limito a la realidad enseñada e impuesta, esa eterna relación persona-persona, persona-objeto.
*(…con lo que tengo que batallar a diario, es con esta necesidad de inyectarme de ti, de inhalarte, de tener tu presencia como compañía. Porque desde que te conocí, eres para mi el ineludible que se encuentra percudido a mí persona; el torbellino que corre a través de mis comunicantes, y proporciona el ritmo y la potencia a las miles de sintaxis que necesito para estar alerta…)
Algunas ocasiones los he invitado, a dejar de lado la prisión, y seguirme a través de una vía de salida. La locura colectiva que impone la sociedad actual nos absorbe, obligándonos a caminar directos y sin piedad hacia un laberinto sangriento. Entonces si colocamos en entredicho la realidad que nos rodea, no para estar en contacto con la divinidad, sino para intentar ver más allá de lo convencional; logramos experimentar la verdadera vida. O como diría Girondo:
**Con cresta
o candor niño
o envión varón habría que osar izar un yo flamante en gozo
o autoengendrar hundido en el propio ego pozo
un nimio virgo vicio
un semi tic o trauma o trac o toc novicios
un novococo inédito por poco
un mero medio huevo al menos de algo nuevo
e inmerso en el subyo intimísimo
volver a ver reverdecer la fe de ser
y creer en crear
y croar y croar
ante todo ende o duende visiblemente real o inexistente
o hacer hacer…
El surrealismo y su magia, ha sobrevivido a embates doctrinales desde siglos atrás. En este tiempo el hombre ha perdido la llave maestra para lograr ver más allá de lo aprendido, y no permite a la más científica de nuestras facultades actuar: la imaginación. ¿Será el surrealismo una vía adecuada para ejercitar la imaginación? Para una fantasiosa como yo, no hay duda de que sí lo es.
Es una doctrina que desnuda la realidad, despojándola de las apariencias para que de esa forma muestre el verdadero rostro; todo (incluso las cosas) habla o hace signos, para el surrealismo todo está vivo.
Dice Octavio Paz que el ser ama ocultarse, y si se muestra se es de verdad; el universo está compuesto de contornos que se unen y se separan conforme a cierto ritmo secreto: causalidad, azar,...
Lo mejor y más valioso que yo le encuentro al surrealismo, es la invitación que me hace (con signos, palabras, imágenes, etc.,) a la aventura interior, al redescubrimiento de mi misma… y yo que soy tan cerrada en misticismo y religiones; el surrealismo me guiña un ojo, y burlón me muestra lo misterioso de la condición humana.
Hace dos semanas se me ocurrió: *(...abrir el océano, y en su fondo colocar una estrella brillante; entonces lanzar a su suerte a Diego (un personaje) que tuvo la osadía de sumergirse en la sin-razón, la cual, era un peso terrible que por momentos caía sobre su conciencia. En mi cuento Diego, intentó nadar y tocar la luz cargando el peso) Pero, claro, todo esto del océano, la estrella y el nado; mi personaje ficticio ¡LO SOÑABA! “Una estrella brillante en el mar, no tiene sentido ni verosimilitud”, se me dijo.
En la misma narración describí lo siguiente:
*...Adrián Robles no comprende a las mujeres porque nunca se enamora. Vive y disfruta el momento. El ritual entre Alma y él consiste en una especie de celebración de emociones, que los hace bailar alrededor de la hoguera eterna de la pasión. Observar a la sensual enfermera salirse de si misma: mostrar su intimidad, cambiando incluso de voz, transfigurándose en el preciso momento en que el mundo se detiene, y no hay nada más que el instante mágico donde logra mirar a la mujer primigenia, la mujer original, sin ataduras, sin recuerdos; le ocasiona tanto placer, que por momentos siente miedo de si mismo. Contrarresta la ternura que le provoca la excitación de Alma, penetrándola agresivo, perdiéndose dentro de ella, para luego encontrarla y abandonarse juntos, a la pasión pura, grande que los inunda de belleza. “Demasiada ternura en tu descripción, y también mucha retórica”, se me puntualizó de nuevo (…??? upsss).
Ahora el reto es ¡el surrealismo!
No me explico cómo será valorado cada texto. Ando confundida con lo que respecta a: mucha metáfora, mucha ternura, pocas imágenes, excesiva descripción, etc. La mayoría de los relatos (de otros) que durante semanas he leído, son narraciones cotidianas. Mis tropos, el poco surrealismo y ficción, que luego me gusta teclear, y que suele salir de la escritura automática, la tuve que moderar, incluso quitar (...¿para que se "entendiera"? el texto) Estoy corrigiendo puntuación y otras cosas que se me indicaron. Los dos ejemplos anteriores me tienen inquieta con lo que respecta a el concepto de retórica.
Octavio Paz me enseño con su poesía, que la imaginación va más allá de la simple realidad, imaginar es volar, es proyectarse. Incluso dentro de nuestra cabezota logramos transformar el universo en la imagen anhelada, fundirnos en ella y convertirnos en imagen.
Aute con ésta canción, no pudo ser más exacto, al describir las experiencias por las que he transitado en el transcurso de estos dos últimos años. Y por cierto, hoy más que nunca sé que: ¡Soy azar y necesidad!
*...Quiere jugar el juego del azar, es por eso que elije, del frasco de los secretos, uno de los anillos y empieza a anudar el azar. Enlaza cuidadosamente una coincidencia y ata después una concordancia, entonces mira sonriendo el resultado: ¡una sospecha! Se dirige al espejo y le llama a gritos, lo invita, entonces...espera. Post: Causas y azares. Enero 2008
"El resto es humo"
(Luis Eduardo Aute)
Puede que esto de vivir
consista en disfrazarse de veleta y de girar
según qué viento
y de celebrar el triunfo
de las estrategias sobre la caducidad
del sentimiento
y de coronar las cumbres
más resplandecientes donde el águila
es experta en alpinismo
y de especular con el honor
como la causa justa más preciada
del mejor cinismo...
Calma, corazón, calma, corazón, sabes bien
que la única razón que aún asumo
es la improcedente sinrazón
de amar y amar y amar...
y sólo amar,
el resto es humo.
Déjales que invadan
los vacíos que dejaron los santones
preocupados que ocupaban los altares,
que defiendan la casualidad
como principio frente a la causalidad
de los azares,
que se llenen las barrigas
con el fruto que comieron, insaciablemente,
en otros huertos...
que levanten podios a sí mismos
sobre el mármol que sepulta
su currículum de muertos
Míralos matarse con las armas
más sutiles con el fin de hacerse
con una medalla,
que persistan en su empeño
de pensar que sólo con fortuna y con poder
darán la talla,
que fabriquen aspas de molino
que defiendan al gigante
contra el aire del ensueño,
que produzcan monstruos pertrechados
de razones que jamás admitan
que la vida es sueño.
* Fragmentos de textos de Mafalda
**Habría. Oliverio Girondo


FIRMA: Un ser de este mundo




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martes, 7 de octubre de 2008

LA TAREA DE LOS MEMENTOS







Seis cosas sin importancia que logren hacer tolerable el día a día, en el que está conformado el rutinario devenir de este ser humano llamado Mafalda.

De eso se trata el meme al que fui invitada, por el escritor de la novela Tres Gymnopedias, Fernando García Pañeda .

Nótese el doble viraje del reto "cosas sin importancia". Si Joaquín Sabina encontró: ...”más de cien palabras, más de cien motivos, para no cortarse de un tajó las venas, más de cien pupilas donde verse vivo, más de cien mentiras, que valen la pena”. Que yo no encuentre seis, ¡pucha! Y que inicio mi análisis intenso y harto sesudo.
1. Ayer sucedió algo inesperado, quiero que quede claro, que lo inesperado en este caso va de la mano con "cosa sin importancia". No porque no tenga importancia ni sea relevante, sino que, de manera rutinaria en la profesión a la que me dedico, se nos enseña a no esperar NUNCA acciones, o situaciones de este tipo. Darles un valor sería frustrante para el galeno, además que con el transcurrir del tiempo se van entendiendo muchas cosas con lo que respecta a la actitud humana.
Antes de retirarme del hospital donde laboro por las mañanas, abrí mi correo electrónico. Gatita
que también trabaja en este hospital por la tarde, ya había llegado. En la bandeja de entrada encuentro un nombre desconocido y al mismo tiempo CONOCIDO. Algo detuvo mi mano para no tirar el correo, lo cual realizo si no reconozco al que lo envía. Entonces abro el mensaje y leo lo siguiente:
Asunto: Arturo Rivera Inclán
A: cargandolatristeza64@yahoo.com.mx
Hola! No te recuerdo muy bien debido a las circunstancias en las que te conocí, pero te agradezco mucho lo que escribiste, yo soy cuñada de Arturo , soy esposa de su hermano , que como te has de imaginar esta destrozado… fue a mi, a mi otro cuñado, a mi suegro y concuña a quien nos avisaste, que el Dr. mandaba decir que las cosas no iban como esperaban, y que El no podía salir a cada rato a dar informes y que por eso ibas tu … no sabes , todavía te escucho diciendo eso , fue muy duro para nosotros escucharte, y también, tener que decirles a mi esposo, a su hermana a su mamá y otros familiares, que en ese momento iban subiendo de rezar en la capilla, la noticia que nos habías dado… deberás me rodaron las lagrimas cuando leí que hasta el ultimo momento estuvo bromeando y tratando de estar tranquilo.
De nuevo gracias.
Lucila
Lo leía en voz alta y de pronto, Gatita y yo a un mismo tiempo entendimos de qué y de quién se trataba. No puedo y tampoco deseo, describir lo que yo Mafalda sentí al leer esto. Al mirar los ojos de mi amiga Gatita, supe que no era la única que experimentaba eso. Gracias Lucila por estas palabras, no tienes ni la mínima idea, de lo que experimentan seres con bata blanca y estetoscopio con algo así. Ese y muchos días valen la pena por esta sensación. Y...¡shuuuuu! chitón, ya que si lo sabes... no se lo cuentes a nadie...jejejeje.
Además quiero manifestar que me encuentro sorprendida; de nuevo se me demuestra que este mundo es muy pequeño. Estoy con la curiosidad de saber como dio Lucila con mi blog y con el post.
2. El 11 de marzo de este año, nació Odrik, está a punto de cumplir ¡siete meses! Ya se sienta solo, ya empieza a gatear, ya tiene dos dientes. El muy carajo también ya rompió figuritas de la bisabuela (no hay problema, que se truenen todas, es nuestro peque) es un verdadero torbellino. Aquí, su tía abuela (yo) y además madrina (yo), se fortalece cada fin de semana que logra verlo. La pobre criatura tiene que soportar besos empalagosos, innumerables flashazos de la cámara fotográfica, apretones de cachetes. Este fin de semana, la madre y la tía abuela se juntaron y además unieron sus mutuas locuras. Antes del baño en tina de mi pequeño, le tomamos una serie de fotos encueradito...¡faltaba más! Digo, luego pierden la compostura y lo tiernito, por eso es mejor una imagen impresa...que permanece. Si lo viera a diario, los segundos de su sonrisa...valdrían para soportar cualquier cosa.
3. ¿Escucharon la canción? Si aún no, ¡vayan, piquen el play! Aquí los espero...
Estoy en alerta de que alguien corra ese emocionante riesgo conmigo. Y en la espera me entretengo y tarareo : “más de cien pupilas donde verse vivo”...Auchhh que golosa jejeje. Entonces el día tiene valor y valdrá la pena, pase lo que pase. Y lo que más me gusta de la canción...¡la cervezaaa!
4. Encontrar una frase que se adapte a mi sentir y opinar, me complace mucho. No se diga conocer o encontrar gente nueva, con la que sienta empatía. Me anima observar personas incansables, que terminan una cosa y ya están en el inicio de otra. Que una derrota, es equivalente a una mentada de madre para un huérfano. El momento en que conozco gente nueva, interesante, inteligente e incansable, ese momento valió la pena, y valen la pena los que siguen. Un día más es una o varias oportunidades más de seguir conociendo nuevas mentes (esto último también le va bien al número 3).
5. Hay días en que el cuerpo me exige descanso y comida. Llego a casa y me espera mi sopa preferida, o un mole de olla con carne de retazo de res, o un caldo de pollo caliente. Mi café con su respectivo pan. ¿Quién hace esto posible? ¡Mi chata! Todo lo terrible y cansado desaparece con la panza llena de comida, hecha por las manos amorosas de mi ma’.
6.No sé que sucedió de especial este año. El 4 de Octubre llamaron a mi casa, al celular, enviaron a mi correo, colocaron en mi blog comentarios, Kix en su blog lo gritó: ¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!! Durante la guardia, me hicieron pastel y tostadas. En casa con la familia muégano, comí como descosida. Fue un buen día, y aún ando contenta pues. ¿Será que muchas de las llamadas, de los correos y de los mensajes en celular, no los esperaba? Jejejeje.
Termine por fin. La cosa va así. Tengo que invitar a seis personas para este meme. Así es que se preparan ¿eh?
Gatita
W
Kix
Angeek
Abraxas (Diablo)
Pez (Pescado)
FIRMA: Un ser de este mundo
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