sábado, 19 de abril de 2008

ESCRITORAS MEXICANAS




En ocasiones me pasa que me quedo mirando los acontecimientos de la vida, intento guardarlos con fuerza, masticar y deglutir despacio una a una las circunstancias que pasan por mi mirada. Me gustaría haber filmado, como si fuera una película de 18 mm, cada imagen, las caras. Haber colocado nombre y título a los paisajes, a las escenas compuestas y simples; ya después y a solas, pedazo a pedazo (como en “Cinema Paradiso”), sentarme a revivir los encuentros, los festejos, las pláticas; desmenuzando cada instante con los engranajes y tuercas del pensamiento y fijarlos tranquila en la memoria con algunos clavos provenientes del afán.

Los recuerdos tienen voluntad propia, eso también lo he descubierto: aparecen en el momento menos esperado y sin ser solicitados. Hoy pido su presencia para lograr darle forma a ésta narración. Tengo herramientas bastante avanzadas de las cuales he echado mano, espero que también las palabras sean adecuadas para definir a las personalidades que les presentaré. Ojalá sean frases exactas que muestren encuentros; impriman un justo y sencillo reconocimiento que esta tecleadora y lectora les desea regalar.
¿Con quién iniciar? ¿Por orden alfabético? ¿Cómo? 

Decidí narradlas por orden de aparición en mi vida, de esa manera lo haré...



Martha Avelina Rojas López. Literatura y Periodismo

Nació en Los Mochis, Sinaloa. Se graduó como Licenciada en Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad del Valle de Atemajac, en Guadalajara Jalisco. Realizó estudios de Postgrado en la Open University, Cambridge, Inglaterra durante dos años. Ha trabajado como periodista en últimas noticias del Excélsior, reportera y redactora en la Universidad Autónoma Metropolitana.
Trabajos literarios:
2002. Primer Lugar del Concurso literario “Como el mar que regresa”, con el cuento “Pamela y De Niro”, convocado por la Casa de la Cultura Cancún, Quintana Roo, México.
Libros publicados:

1. "Buscando a María May", compendio de cuentos cortos, editado en 2002, edición agotada.
2. La Higuera novela contextualizada en la época posrevolucionaria en el norte de México, presentada en marzo del 2007 en Los Mochis Sinaloa.
3."El Beso", novela contemporánea. Inédita.
Radica actualmente en los Mochis Sinaloa, y cuando los aires mejoren espero que esos mismos vientos la lancen de nuevo a ésta ciudad.

El 14 de Agosto de 2007, surgió un encuentro de pesadilla para Avelina. Para mi ese tipo de encuentros son bastante frecuentes. No me refiero a conocer escritores todos los días, lo que sí es frecuente son los robos y secuestros en el Distrito Federal. Creí que la experiencia de Avelina sería un dato más dentro de las estadísticas de este país. Ella, Eleonaí y yo descubrimos que nuestra capacidad de asombro no tiene límites, porque existe gente empeñada en no permitir que la perdamos. Avelina recuperó su bolso, su cámara de reportera, sus tarjetas de crédito, su celular y su dinero de mano no de un ladrón, si no de Yunven Galván, trabajadora del café Starbucks Alameda, quien la encontró olvidada en una de las mesas y...  ¡¡¡¡ LA REGRESÓ a su dueña !!!
Avelina, es una mujer extraordinaria así como lo son sus letras. De carácter alegre, sonrisa espontánea,  mirada cálida y con agudeza de lince: localiza no sólo lo más lejano, sino también lo oculto en el punto asignado, "característica típica de un periodista" -eso me dijo ella-. Existe también algo que habla al compás de su voz: sus manos de pianista. Tiene un diálogo lento y exacto que te hipnotiza. Madura, por momentos ruda en sus conceptos y comentarios. Exacta en su finalidad. Curiosa de la realidad. Aventurada, arriesgada. 
Su novela "El Beso" está en la espera de edición.



"Recordó las últimas veces que estuvo con De Soto, ese hombre corpulento, el sibarita que disfrutaba mordiendo la punta de los Habanos. Recordaba haberlo visto sentado en una silla de bejuco, con las piernas abiertas y la cara dándosela al sol con un gesto voluptuoso, entre el humo e ideas. A De Soto se la iba el tiempo y, cuando miraba el reloj, le parecía que era la hora exacta, la que tenía que ser, ni un minuto menos ni de más. De Soto ignoraba el tiempo. Podía estar horas enteras pensando en una sola idea, darle vueltas de un lado al otro, vaciarla en una afirmación que después tildaría de inútil, o asirla como se sujetan las bridas de un buen caballo y vivir solamente para concretizarla, o morir por ella, Proletario, es hora de quitarle los grilletes de la esclavitud, de definir tu destino en base a tus necesidades, y no a las del patrón, es hora de salir de la pesadilla en que se ha convertido tu vida, lucha para que las cosas cambien, porque nadie más que tú estará allí para ver por ti.

Dinos dónde está De Soto, escucho Oaxaca.

Para Juan Oaxaca la muerte es más que un símbolo de contrapesos, es la amante siempre dispuesta. Por ahora lo vemos acariciando un cráneo tan redondo como un globo, abraza el esqueleto horrible y se inclina para besar una boca de dientes aserrados. Con lentitud una mano acaricia el rostro de ojos cóncavos, la otra baja palpando las falanges, mientras ella se ha quitado el sombrero con un ademán suave y elegante, como actriz de cine.

Dónde está De Soto, Oaxaca.

Oaxaca lo comprende todo en un momento de lucidez magnánima, en que el mundo se le revela a través de un ritual, ve al final del camino la fortuna que le hace olvidar su pobreza y siente desgano ante el mundo. La mano diestra se quita la serpiente de plumas con que se cubre el cuello. Oaxaca se acerca y la besa, hunde su boca en el hueco dentado. Ella es su creación, el producto de una inspiración sacra, el destello viviente y eterno. Sabrá que ha muerto cuando la calaca, la flaca, la parca se lo lleve sobre los hombros como un bulto de humo y hojarasca. Ella lo tomará por un camino oscuro, arropado por una bruma gris. Ella con el hombre a cuestas avanzará cargada de óbito por los recodos del camino. Él sabrá así que ha muerto y se sentirá pleno y agradecido"

D.R. a favor del autor.

Fragmento de la novela "La Higuera"

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Coro Perales. Intermedio Literario

Nació en Reynosa, Tamaulipas, Se graduó como Licenciada en Ciencias de la Información en la Universidad de Monterrey. Realizó Cursos de Maestría en Desarrollo Organizacional en la Universidad de Monterrey, así como diversos seminarios sobre promoción y publicidad en México D.F, y Cancún, México. También llevo a cabo los siguientes Talleres Literarios: Escritura Creativa I, II, III, IV y V en La Unió, Teiá, Barcelona, España.
Ha impartido los siguientes Talleres Literarios:
1. El Masnou, Barcelona. 1994 – 2004
2. Mitos y Leyendas del Mar. Océano, Barcelona. 2002
3. Encontrando a tu ángel. Océano, Barcelona. 2003
Fue colaboradora de Océano, Barcelona. 2002 – 2004
Libros y ediciones publicadas:

EN ESPAÑA:

1.Bigote Prieto. Premio de Novela “Odaluna” 1999, Editorial Nihil Obstat, Barcelona, España. 2001
2.Ediciones de Intervención Cultural. Redacción de Quimera y El Viejo Topo. Promoción de la editorial. Publicidad de las revistas. Mataró, Barcelona. 2001 – 2004.

Radica actualmente en Cancún Quintana Roo.

Representa una edad incierta, una ambigua apariencia de madurez juvenil, un cariz que difícilmente se rendirá a los síntomas de la vejez, aunque sé que le faltan muchos años para que llegue ese momento. Coro tiene un rostro agradable, atractivo, una disposición y entusiasmo que brinda sin barreras. Portadora de una inteligencia sutil y pícara, que desde mi punto de vista es necesaria en toda mujer contemporanea.
El 19 de Octubre del 2007, me instalé en un cuarto de Hotel en Cancún, Quintana Roo, con la principal instrucción -indicada por Coro- de llamarle de inmediato a su celular en cuanto llegara. Dos horas más tarde, caminábamos juntas y descalzas por la playa. Me regaló su compañía durante los tres días de estancia en ese paraíso mexicano. Se habló de libros, pero también de la vida, de alegrías y tristezas.




"Mi abuela paterna se llamaba Adela y era mejor conocida como La Adelita.
Mi abuela materna se llamaba Juana María y todos le decían Juana Gallo.

La Adela tenía un enamorado, era un Sargento de la Revolución que soñaba en casarse con ella y llevarla a bailar al Cuartel, donde cada sábado por la noche organizaban festejos.

Juana María tenía a sus padres, eran unos ricos hacendados que la querían mucho y le habían dado una educación que no iba de acuerdo con la época machista en que vivían. Juana María era doctora en Medicina.
Adela sorprendió al Coronel, cuando en una batalla despachó a quince federales, y salvó la vida del militar. El Coronel la respetaba pero también la enamoraba.
Una noche llegaron los federales a la hacienda y mataron a todos. Juana María se salvó porque esa noche, montada en su caballo, había ido a curar a un enfermo del pueblo vecino.
El Sargento, que idolatraba a la Adela, comenzó a tener celos y se oía por todas partes que le decía: Adelita, si te fueras con otro, te seguiría por tierra y por mar.
Quemaron la hacienda, robaron todas las cosas y Juana María pudo verles. Supo quién fue el desgraciado federal que mató a sus padres y, desde el gallinero donde se escondía, juró vengarse y llorando, abrazó a su caballo para que no relinchara y la fuera a delatar. Amanecía y cantó un gallo.
La Adelita, que además de ser valiente era bonita, era también muy ambiciosa y no se conformaba con los vestidos que de cuando en cuando el Sargento le regalaba. Ella le quería, sí pero el Coronel no estaba mal y aquel General...
Desde aquel fatídico amanecer, Juana María se hizo llamar Juana Gallo. Reunió a los campesinos, a los indios y a los pobres y formó su propia tropa, donde ella era la Generala.
La Adelita era la mujer más popular entre la tropa. Cantaba y reía sin vergüenza y, al bailar, los vuelos de su vestido de seda se levantaban, dejando ver unas piernas preciosas y algo más. Los hombres la miraban y el Sargento enloquecía. Adelita, por Dios te lo ruego, si me matan en batalla, júrame que me vas a llorar.
Juana Gallo mataba muchos federales y su tropa cada vez era más numerosa. "Órale mis muchachos, repártanse el botín, los que estén heridos los voy a curar y, las mujeres que enciendan el comal, que orita mismo iremos a cenar".
El Sargento estuvo varios días fuera del Cuartel cumpliendo una misión y cuando regresó, enloquecido quiso matar al Coronel, porque se enteró de que la Adelita había bailado toda la noche con él. Entonces el alboroto fue mayúsculo porque el Coronel le explicó que la Adelita había bailado con el Capitán, con el Teniente, con el General y con casi toda la tropa...
Cada vez que había una batalla, Juana Gallo buscaba al desgraciado infeliz cabrón que había matado a sus padres. La cara del asesino la llevaba grabada en la memoria y, montada en su caballo, galopaba entre los soldados, buscando, siempre buscando y matando, hasta que un día...
La Adelita era coqueta sí, pero no tenía dueño. Era valiente sí, pero también era romántica y ella solamente se entregaría en cuerpo y alma a aquel hombre que una tarde conoció y nunca más había vuelto a ver. Adelita esperaba encontrárselo de nuevo."¡A ése no le fusilen, déjenmelo a mí!".
Y dice la gente que Juana Gallo cortó los testículos al asesino de sus padres y lo hizo con mucha maestría, utilizando además de sus conocimientos profesionales, el machete sucio con el que acababa de cortar varias cabezas en batalla.
Y la Adelita le encontró de nuevo, una tarde de paz, cuando se bañaba en el río. El hombre se quitó el sombrero, las cartucheras, el fusil, las pistolas, los cuchillos, las botas, la ropa, los calzones y se lanzó al río. Lo único que se llevó al agua fue su olor.
Y Juana Gallo le dejó vivo. Él se fue por el camino llorando de dolor, apenas podía andar. Los vendajes que tenía entre las piernas eran lo único que le cubría. Tenía frío, hambre, asco y, sobre todo dolor, mucho dolor.
Chapotearon en el río, se besaron y muchas cosas más. Sí, y la Adelita a los pocos meses se tuvo que casar con el Sargento, porque estaba embarazada del General.
El General era el hombre más valiente y atrevido, era sagaz y cauteloso. Era alto y atractivo. Era sin duda un caudillo. Y con las mujeres era galante y lisonjero y también era muy escurridizo. Tenía sentido del humor, inteligencia superior y, cuando combatía despedía un olor a macho irresistible para cualquier hembra.
Juana Gallo, la doctora, la Generala, era también una mujer misteriosa que nunca correspondió a los amores de los militares. Su vida íntima era muy privada y muy suya. Juana Gallo, una noche de combate, olió al General.
Dicen que cuando la guerra acabó, llegó la alegría al pueblo. "¡Ganamos los de la Revolución!", gritaba la gente. Bebían tequila por las calles y bailaban. Y poco a poco, al correr de los días, las cosas se fueron normalizando...
La Adelita tuvo un hijo del General.
Juana Gallo tuvo una hija del General.
Mi abuelo, el General, se llamaba Doroteo. Todos en el mundo le conocen como Pancho Villa."(...)

D.R. a favor del autor.Fragmento de la novela "Bigote Prieto"
Editorial Nihil Obstat. Barcelona, 2001
Premio de Novela Odaluna, 1999.

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Susana Silva. Blog

Nació en la Ciudad de México, obtuvo la Licenciatura de Contador Público en la Escuela Bancaria y Comercial. Se desempeño profesionalmente en áreas de planeación financiera, con un enfoque de calidad dentro de una empresa trasnacional.
Libros publicados:
1.
Café Toscana
Editorial: Amarillo Editores
Octubre 2007



Siempre busco en la mirada al ser real envuelto en piel y huesos. Deseaba mirarme en los ojos de alguien que, al parecer, me conoce sin conocerme. "Me sentí espiada" -le dije de frente-. Tengo la costumbre de navegar dócil en el mar de mis sueños. Entrar en otro creado por una persona que no sea yo, me agrada. Un día entré en el sueño de "Café Toscana" y me identifiqué. A Susana primero la leí, después la conocí. Ella es una mujer de inteligencia abierta, sin la pose complicada y fingida de intelectual forzado. Tomamos juntas un café el 12 de Abril de 2008, no en la Toscana, sino en la calidez de una charla en la cafetería de las sorpresas.



"De nuevo venía la época de lluvias. Estábamos esperándola en serio porque el calor era insoportable, y aunque no me gustaba mucho esa nueva versión de los “cafés frappé” que les atrae tanto a la nueva generación de tomadores de café, reconocía que eran una excelente contribución a los ingresos en época de calor. Desconozco aún por qué los jóvenes, a quienes como a cualquiera de mis clientes “amantes del café” respeto profundamente, les gusta tomar el café en su expresión frappé o granita, Elías insistía que en Italia era muy usual tomar el caffé freddo, aunque para mí era terrible ese destino, para unos estupendos granos de café que han recorrido un camino tan largo como para mezclarse con un helado bloque de hielo raspado y mezclado con jarabes de sabores artificiales, cuando en cambio su último recorrido puede finalizar siendo finamente molido y compactado estrechamente en el íntimo y mínimo espacio de la pinza, que con un cálido y enérgico soplo de la presión del agua a la temperatura justa, lograrán producir la más exquisita y espesa crema sobre este líquido divino; bueno creo que la misma idea me parece totalmente sensual, o será el mismo calor de esta onda tan fuerte, el que me está afectando y poniendo en un ánimo erótico. Estaba pensando en esta idea, y justo al sonrojarme, miré hacia la entrada y vi venir la imagen de una persona que no creí volver a ver en mucho tiempo..."

D.R. a favor del autor.

Fragmento de la novela "Café Toscana"

Editorial: Amarillo Editores

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"Cuando se es una escritora perteneciente a la tradición inglesa, una debe ser consciente y sentirse agradecida de un patrimonio que significa no tener que luchar como mujer para ser publicada y valorada. En Inglaterra las mujeres se han ganado la vida como escritoras desde hace siglos y, a veces, protestando con energía contra su destino. Mi agradecida conciencia de este patrimonio es la razón por la que suscribo la máxima de Virginia Woolf, según la cual las escritoras serán libres cuando, sentadas a escribir, no piensen si escriben o no como mujeres". 
                                           
                                                            Doris Lessing


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domingo, 13 de abril de 2008

MÚSICA LÍMBICA

¿ Porqué te quedas en silencio?


¿Que es lo que piensas cuando miras de esa callada manera?








Había un lugar donde siempre se refugiaba a observar, disfrutando mirar con los oídos abiertos, escuchar con las pupilas dilatadas. Su piel cambia, y pasa desapercibida, es probable que por eso Rogelio no la detecta. Cuando salían al recreo, ella corría hacia la cornisa del extremo izquierdo de los salones, en el segundo piso. Sentada y dejando colgar sus pequeñas piernas a través de los barandales, asomaba la cabeza hasta donde le posibilitaban sus pares de trenzas abultadas, y desde ahí lo veia. Rogelio era pequeño, un niño rechoncho, de ojos inmensos y brillantes, de pupilas extrañas, la derecha redonda y la izquierda dispareja -decía ella-.
-Oye pa' el Rogelio tiene la pupila izquierda como gotita de agua, ¿estará enfermo? -un día preguntó inquieta a su padre.
-¿Y tú cómo sabes Eugenia? ¡Hey pícara! Se me hace que le andas dando de besos y mirándolo a los ojos jajajaja.
-No pues pa', cómo crees, se los mire el día que azotó al suelo por estar saltando de banca en banca. ¡Zas! cayó tal costal viejo cerquita de mis pies, yo me asuste re'te harto. No abría los ojos, estaba bien preocupada. Le decía que me respondiera, le movía los brazos y las pierna de pronto pa', el mugroso abrió los ojos y me miró bien feo, así como loco, y fue entonces que alcance a ver que una de las manchitas negras de sus ojos parecía una gotita de agua. ¿Eso es malo pa'?
-Seguramente Eugenia le gustaron tus ojos -le contestó risueño su padre -y de la impresión se le estranguló el ojo jejejeje. Pero dime. ¿Se quedó así y no respondía?
-No. ¡Que bah pa'! El mugroso se empezó a reír de mi y me espantó.




En compañía de sus amigos Rogelio se transformaba en Dragón, en Supermán, en luchador. A los ojos de Eugenia, llegaban destellos azules provenientes de esas pupilas disparejas. Su pelo negro de pronto era un torrente de miel. Su pequeño y rechoncho cuerpo, crecía amplio y apuesto. Lo escuchaba desde afuera para interpretarlo desde adentro. Con los ojos abiertos hacia dentro. Siempre le fue más fácil platicar con Rogelio y con muchas personas de esa manera. Con otros niños jugaba canicas, a la cuerda, con el resorte o corría; con Rogelio no le era posible.


Razonar y reaccionar es una respuesta común y controlada, una función elevada. Los humanos también tenemos respuestas más bajas, no razonadas, poco elevadas. Estas últimas eran las que Eugenia tenia con Rogelio a su lado, de frente o cerca de ella. Sin causa alguna existía un efecto. El ritmo de su cuerpo cambiaba bruscamente, ejerciendo un grado alto de tonalidad. Su pequeño corazón acelerado: ¡pum-pam! suena; expulsa ondas líquidas expansivas, inmaculando el terciopelo rojizo de su cara.
Música básica mediadora, similar a la que genera el miedo a lo desconocido. No hay razón, sólo respuesta afectiva; activada por catecolaminas. ¡Pum-Pam! sonaba su pequeño corazón. No existía interrelación mente-cerebro. Dominaba el idealismo al realismo.
¡Vaya dualidad desequilibrada! ¿Será más bien, razón descalabrada? Descalabrada por el sustrato emocional. Vamos caminando sobre el hilo delgado intentando llevar el equilibrio. Eugenia se inclinaba como alambrista borracho hacia la musicalidad afectiva.
¡Pum-Pam! Sonaba su pequeño corazón.


En el cerebro existe un borde o un límbo... un limbo musical, donde se apoyan las emociones, un cerebro visceral que genera sentimientos nacidos de las entrañas, no razonados, intuiciones.
Eugenia utilizó durante mucho tiempo la intuición al ritmo de la música, al ritmo de su limbo musical. Cargando elementos crudos y mal digeridos en su cerebro, dejándose llevar por sus emociones.


-¡Rogelio! -un día logro gritarle sin tapujo. Él voltea y la mira sin mirarla.
-¿Qué es lo que quieres? ¡Mocosa, trenzuda!
-¡Mirarte! -Eugenia le contesta.

¿Por qué te quedas en silencio?


¿Que es lo que piensas cuando miras de esa callada manera?
...te miro, de dentro hacía afuera, de afuera hacia dentro...






Cuando sabes mirar, descubres la Música Límbica, el sentimiento puro existencial que proviene de cada persona. La representación más auténtica de lo que fluye por dentro.

...ahora te miro de verdad... ¡que pena! Me entristece lo que descubro...




La Música Límbica nunca miente.

FIRMA: Un ser de este mundo






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