lunes, 3 de enero de 2011

Lo bizarro...



Por fin llegó el 2011, lo recibí trabajando. El pitar de monitores acompañó las doce campanadas. Pasar la navidad o el año nuevo de guardia cuidando enfermos me resulta un poco bizarro. Los que no están familiarizados con el ambiente médico idealizan a las batas blancas.  Auté dice: “Así sabrás que la rosa es rosa por bella y no porque en ella respire una flor”, los invito a moderar su entusiasmo cuando conozcan a algún medicucho .



Durante la residencia médica me acostumbré a realizar el brindis a la carrera, o colocando un catéter, o intubando un paciente o… ¿ya son las doce? decía e interrumpiendo el teclear en la máquina de escribir, me levantaba apresurada para ir a la probada de pavo, romeritos, pierna, pozole, ensalada de manzana, etc., que llevaban las enfermeras. De pronto aparecían las botellas de vino, tequila, ron, etc. Se organizaba el bailongo y bueno, no faltó el que se puso saleroso y terminó tumbado en alguna cama de la residencia médica y en abrazo conyugal.



Un festejo bizarro porque, entre cuerpos mórbidos, se establece una inmediatez inexplicable. Entonces, se mezcla por un momento: el dolor y la alegría; la muerte y la vida; la desesperanza y la ilusión.



Escucho con frecuencia elogios al trabajo médico, al “sacrificio” de una vida “normal” por el cuidado a otros. Muchos médicos prefieren pasar la navidad y recibir un nuevo año trabajando en algún hospital, a estar con su familia. Y creo, sin temor a equivocarme, que muchísima gente odia estas festividades por desapego familiar o por la mercadotecnia. Tal vez les gustaría tener un pretexto mayor (un trabajo nocturno) para evitarse el papelón de andar dando abrazos y buenos deseos.



Cada año escucho las mismas quejas, observo las mismas actitudes.



Mis primeros recuerdos de estas festividades son a lado de mi madre y mis hermanos. Han desfilado otros personajes, pero los fijos son ellos, mi familia cercana, que poco a poco va creciendo en número y edad. Y por cierto, estamos juntos no sólo en diciembre sino cada fin de semana.



Soy afortunada de tener la familia que tengo, de sentirlos y disfrutarlos.



He pasado navidades y años nuevos cuidando enfermos, pero sucede que en cuanto me desocupo, corro hacia mi gente. Voy con los que amo y me aman.



Soy afortunada.




: )



FIRMA: Un ser de este mundo






____________________

Seguidores

Safe Creative #0909034355844

Blog Archive