miércoles, 24 de septiembre de 2008

INICIA EL OTOÑO







Uruguay. Escuela de Medicina, Plaza frente al Parlamento. Fin de invierno 2007 


No cumplí con mi palabra. Admito ser débil de carne y hueso, ¡ah!, y de pensamiento. No tengo ninguna defensa razonable aquí están las evidencias.

Juré no pensarte y, con el cinismo que me caracteriza, admito que penetras mi cabeza con igual fuerza con que lo hacía tu verga en mi sexo complacido. Ahora miro el entorno y mis ojos alejados se pierden al detectar los tilos en el ritual de despedida de las hojas.

Mi memoria crea formas con facilidad en ciertos lugares: en el lecho, en el rincón solitario donde suelo leer, en el bosque con árboles gigantes que guarda pasos, suspiros y rodillas hundidas durante batallas. Una historia de dos se extravió entre ese bosque tapizado de tilos.

El otoño inicia y continúo acariciándote por horas, no te suelto de la mano. Me acompañas a todas mis visitas; me cantas nuestra canción pegado a mi espalda. Hay ciertos días en que el color del ánimo es verde batalla; entonces, decido escupirte la cara. Debido al enojo confundo y asocio tus acciones con desplante, burla y vanidad; entonces, respondo con metáforas de ironía.

Estoy segura de que en otoño no será cuando te deje de pensar. Me preocupa tu lógica sin bases, tu fe, a la que algún día le enviaré lentes para que vea. Deseo que guardes todos mis pensamientos; luego, siéntate al borde del abismo y repítelos sin cesar. Ellos, esos diretes, es la única prueba irrefutable de mí caminar que iba de un vértice hacia ti y de regreso sin quedarse quieto en ninguno.

Es otoño y la melancolía está presente, la provoca la ausencia de luz. La busco en el arrabal de tu cuerpo, en tu espalda que atrae como imán mi lengua, la cual disfruta saborear e incrustarse en ese lugar correspondiente al final de tu espalda y el principio de tus nalgas. Me gusta pegarme a tu mirada, respirando tu sudor y cogiéndote sin reposo.

Este otoño acepto burlas groseras y comentarios que me hagan vulnerable. Usaré la fantasía y la imaginación. Me convertiré en una manipuladora de letras, palabras y frases; con ellas: te amaré, me amarás, te cogeré, me cogerás. Desnudos miraremos videos, tomaremos café, me leerás y yo te recitaré los poemas más locos, anticuados, surrealistas y sin sentido.

Un otoño más para esta caprichosa quien, en ocasiones, utiliza las palabras para tocar tus ojos, tus labios y tu piel, consciente de que lo que escribo, no lo llegues a conocer.



FIRMA: Un ser de este mundo








lunes, 22 de septiembre de 2008

EL IDIOMA DEL CORAZÓN II










Post dedicado a:
La nueva vida que está
en caminoindia-nepal 001, originalmente cargada por cargandolatristeza64 



-La sístole y la diástole.
-Onda P, complejo QRS y onda T.

Este es el idioma del corazón que entendemos los cardiólogos.
¿Existe otro idioma secreto adicional? Sip... Yo lo percibo como música, después lo visualizó. Cuando sucede lo segundo, es cuando me desprendo de mi misma. Encuentro el 4-40 y logro el fino arte de la fuga. ¿Qué tal? No tengo idea que pensaría Pitol al leer esto jeje. Disfruto al descubrir el ritmo y el acoplamiento con algunas personas. Ignoro si mis compañeros de bata blanca y estetoscopio también lo hagan. O se limiten al: Pum-Pam y al...

Logro fugarme entre las cavernas musculares, me baño de púrpura, el impulso vital me lanza a las afluencias, a los ríos, a las vertientes que se constriñen. Las marejadas encuentran salida. Cada latido con sus componentes: ruido, movimiento, electricidad, gradiente, recrean una oda a la vida.
Los cardiólogos entendemos el idioma médico del corazón. Otros más intentamos entender las interrelaciones entre existencia y vida.
Amiga Nati, sé que me entiendes...


FIRMA: Un ser de este mundo




_______________________________________________

jueves, 18 de septiembre de 2008

EL IDIOMA DEL CORAZÓN






Post dedicado a:


+Arturo Rivera Inclán (Tu corazón habló y escribió un adiós,
triste haberlo descifrado desde el principio)





Portar bata blanca y estetoscopio es una ventaja, aunque seas fe@ o gord@, (que no es mi caso) no dejarás de ser el o la que porta bata blanca y estetoscopio. No se confundan, yo sí soy una verdadera portadora de bata blanca y estetoscopio: exploro cuerpos, percuto pechos, palpo abdómenes, ausculto corazones, valoro signos, analizo síntomas, correlaciono (signos, síntomas, estudios de laboratorio y gabinete), establezco un diagnóstico, determino el tratamiento. 
Que se cure el paciente... eso, es harina de otro costal.
La diabetes no se cura.
La hipertensión no se cura.
La cardiopatía isquémica no se cura.
Las valvulopatías no se curan.
Algunas arritmias no se curan.
Las secuelas de fiebre reumática no se curan, etcétera. Que vengan y presuman los médicos generales y los cirujanos -no todos-  ellos si curan.

Los paliativos los administro sin medida, pero curar, lo que se dice curar...no. Es frustrante ser un simple estabilizador. Pero me siento bien caminar con mi bata blanca y estetoscopio.
Mentiría si no menciono que este oficio tiene satisfacciones. De inmediato aparecerá en los ojos de mis lectores un signo de $ (pesos mexicanos ¿eh?, por si en algunas pantallas aparecen más rayitas). Pues sí. ¿Millonadas?, eso pregúntenle al Dr. House o a los urgenciólogos de ER.

Otra satisfacción que me encanta -no lo puedo negar- mandar.

Dice mi jefe de servicio:
"Mis queridas doctoras, el hombre de su vida tiene que ser un... Mmmm ¿dócil? ¡Sí, eso! No puede ser de otro modo. Acostumbradas están a mandar a las enfermeras, mandar a los estudiantes, mandar a las recepcionistas, mandar a las trabajadoras sociales, mandar a los internos, mandar a los residentes, mandar a los técnicos de inhaloterapia, mandar a ching....a su mad.. ¡a todos! "


No, no necesariamente, a mi no me gustan tan dóciles.


A lo que quiero llegar es a estas dos satisfacciones adicionales que disfruto mucho:
1. La sístole y la diástole. La contracción y la relajación. La despolarización y repolarización. El S1 y S2. La onda P, el complejo QRS y la onda T. Todo esto llamado : "Ciclo cardiaco" (existen capítulos enteros y tratados). Es la forma de hablar del corazón. Vayámonos entendiendo, me refiero a los latidos del corazón. Que cosa tan más maravillosa diría yo. Llego con mi  Littmann Cardiology III (estoy mal acostumbrada, si no es con éste, no oigo nada ¡pucha!). Lo coloco en el segundo espacio intercostal izquierdo, línea paraesternal...¡dejémonos de cosas!, lo pongo en el lado izquierdo del pecho e inicia la melodía. Pum-Pam, Pum-Pam...¡así ¿eh?! Nada de: Pum-Tra, Pum-Tra, porque eso ya es enfermedad.
Por el estetoscopio se filtra: ¡La vida y no pedazos!
Si a una persona le late el corazón a una frecuencia de 75 LPM (latidos por minuto) y sin variación durante todo el día; podemos decir que en 24 horas tuvo 108 000 ¡gritos de vida! (ciclos cardiacos) Muchos más si hace ejercicio, si pasa frente a su mirada el hombre (mujer) que eleva su temperatura, si le gritan peladeces por la calle, si encuentra a su espos@, novi@, amante con otr@, si tiene sexo o hace el amor, etcétera. Escuchar la vida no es cualquier tarugada. Aunque les diré que todos colocándose un estetoscopio, sea de la marca que sea, puede escuchar latidos cardiacos, incluso a oreja limpia.
Lo interesante es saber descifrarlos. Y eso, amables bloggers, me disculparan, pero sólo los Cardiólogos, ¡si señor! Mientras no nos caiga la vejez con su canija esclerosis que jode la audición entre tantas cosas más.
Yo tan loca soñadora, luego ando escuchando melodías adicionales, me adormezco entre los ciclos y me doy unos baños rojos, oxigenados e hipoxémicos que me dejan relax y feliz. Pero bueno, como es una de mis satisfacciones, le saco provecho.
2. Famosísimo y complicadísimo (por lo menos así fue para mi) : "P", "QRS" y "T".
Aprender a descifrar un Electrocardiograma (ECG), fue la cosa más difícil que experimenté durante la especialidad. 

Literal: ¡está en chino!
Electricidad cardiaca, eso es un electrocardiograma. Cada trazo (onda, intervalo, complejo, segmento) nos habla del tamaño, del lugar específico, del grosor, del daño en el corazón. ¡Fregón! ¿Verdad?  Es la manera de escribir del corazón.

Verán a mi gremio pavoneándose con un trazo eléctrico de algún paciente y en pose de: "Mmm...tiene un Síndrome de Wolff-Parkinson-White tipo B". Y los otros médicos con ojos de plato.


La película Azul Profundo con Jean Reno, Rosanna Arquette, Jean-Marc Barr; tiene una escena con la que me sentí identificada. Es cuando Rosanna Arquette guarda como un regalo preciado el trazo de ECG de Jacques Mayol (Jean-Marc Barr). Ese momento yo lo traduje como un equivalente a: "Tengo el idioma de tú corazón escrito por tú propio músculo"
Así es, portando bata blanca y estetoscopio, me enorgullezco de saber escuchar y leer los corazones humanos.




FIRMA: Un ser de este mundo

Foto de time






__________________________________________________

lunes, 8 de septiembre de 2008

PUEBLO MÁGICO







Los recuerdos son muchos, se me muestran como instantáneas. Eran paseos inesperados. En bolsas de plástico llevábamos lo necesario y las dos salíamos corriendo, portando el color y brillo de la alegría en nuestros ojos de niñas.
-Voy con papá a la aventura -les decía orgullosa a mis hermanos.

Cada uno de los viajes era una odisea. Siempre pasaba algo: se descomponía el carro (un Chevrolet 57) o de pronto, papá recordaba algo importante olvidado en casa de su eterno amigo y doctor (con el que jugaba ajedrez por días enteros sin dormir) y, entonces, mi hermana y yo esperábamos horas la culminación de una partida doble: de ajedrez y hacia nuestra aventura. De las múltiples situaciones que llegaron a ocurrir, existía una que llamaba mucho mi atención y con el paso de los años, al recordarla, definí su verdadero significado.

El auto viejo corría lento y las carreteras en esos años eran sino malas, intransitables. Llegar a Cuitzeo del Porvenir (en lengua purépecha significa "Lugar de tinajas o vasijas"), nos tomaba nueve horas, incluso más. La única carretera para llegar a ese pueblo en tiempos de mi niñez, era la de México-Salamanca. A papá le entusiasmaba detenerse en muchos lugares, quitarse saco y corbata, comprar un refresco para cada uno, y luego sentarnos los tres (él en medio) sobre el cofre del carro antiguo.  Por momentos fuerte, muy fuerte, nos abrazaba. En esa posición podíamos pasar una hora. Moviendo incansable mis pequeñas piernas y sorbiéndole a mi limonada, era la niña más feliz que existía en ese diminuto mundo al que pertenecía. Ignoro si mi hermana (mayor que yo) experimentaba lo mismo, pero sin temor a equivocarme, sospecho que ella se convertía en princesa (así la llamaba papá, era su consentida).

El recorrido por pueblos y rancherías era divertido.  En Salvatierra o en Moroleón, paraba de repente para comprar queso o dulces. En Yuríria nos quedamos a dormir muchas veces porque el auto desfallecía o una llanta se averiaba; la verdad eso era el pretexto, entonces, las dos mocosas –mientras el problema era resuelto- secuestrábamos a papá, eran pocas oportunidades para disfrutar de su compañía, de sus caricias, y de que me mirara a través de esos, sus ojos melancólicos.

Mi padre nació en Cuitzeo del Porvenir Michoacán, creció y vivió allí parte de su adolescencia. Un día partió para estudiar la carrera de medicina en la capital del país. Las tías (sus hermanas) le amueblaron en la casa grande un consultorio médico. El hermano consentido tendría un lugar digno y de acuerdo a su posición social, con lo mejor en muebles y adaptación que lo esperaba para cuando él regresara siendo todo un médico. Ese consultorio se quedó así...esperándolo.  Sólo acudía a Cuitzeo  -incluso lo llegué a mirar explorar pocos pacientes en el abandonado consultorio-  esos días de nuestros paseos llenos de aventura. 

Podíamos hacer cualquier tipo de cosas antes de llegar a la casa grande con las tías, cualquier excusa era válida. Papá retrasaba el momento a como diera lugar, entonces, de manera irremediable, atravesábamos el paisaje por la noche o durante el atardecer. Incluso en estos tiempos, creo que es cuando se muestra más hermoso.




La laguna de Cuitzeo refleja el atardecer como un cristal pulido,  a través del cual se esconde la luz del sol, jalando el agua hacia lo más profundo, aparentando un cazo ancho y luminoso.  Las montañas se muestran atentas ante el espectáculo donde, el rey, esconderá la pasión, conteniéndola hasta la siguiente faena.  En busca de calor, la luna llega unos minutos después, su brillo blanco también se refleja sobre el cristal. Es la amante perdida y en espera de ese ciclo eterno:  la muerte y  el nacimiento de un nuevo día.

Papá estacionaba el Chevrolet 57 sobre la carretera que tiene la característica de cortar por la mitad el inmenso cristal, si volteas hacia ambos lados experimentas un estremecimiento; el paisaje intimida. Te miras extraviado en el medio de la laguna,  eres trasladado hacia la soledad. En los primeros paseos a los que me llevó papá, no miré el espectáculo, el trajín de paradas durante la travesía me dejaban cansada y dormida. La primera vez, desperté por el frío, mire a papá a través de la ventanilla del auto, fumaba un cigarro, su mirada estaba atenta. Después de esa ocasión, ya no me dormí, los dos sentados sobre el techo del viejo coche y abrazados, mirábamos en silencio. La orfandad que entraba por su mirada, hacía que su corazón se distendiera en paz. Resolví la incógnita, sé el significado.

Sin la compañía de papá, ahora los cuatro hijos acudimos con frecuencia a Cuitzeo. Cuenta con una super carretera de cuatro carriles México-Guadalajara. En tres horas (saliendo del D.F) ya estás en su centro. Fue declarado Pueblo mágico el día 1o. de Noviembre de 2006, con lo cual se integró a un selecto grupo de 32 pueblos de México que tienen esta denominación gracias a su arquitectura y paisajes únicos.  La promoción principal que encontrarán está dirigida al  Convento de Santa María Magdalena, construido en el siglo XVIII, que por cierto yo no conocía, es impresionante el empeño que se está aplicando en la restauración. Espero que también la laguna reciba el mismo cuidado.

A mi papá no le alcanzó la vida para mirar lo que hoy en día es y será el pueblo que lo vio nacer.
Las circunstancias me han llevado a ese sitio nuevamente y los recuerdos, creo, son los que están arrancándome las ideas. Tengo planes, sueños que estoy completamente segura se cumplirán. Decidí dejar un pedazo de lo que me corresponderá a mi ahí, en Cuitzeo, para que me obligue a regresar y recordar.





FIRMA: Un ser de este mundo







__________________________

miércoles, 3 de septiembre de 2008

ENSEÑANZA Y HÁBITO












Decidí observarme detenidamente en el espejo. Me fascinó lo que miré. Mientras más afilado es mi rostro más grandes son mis ojos. Me preguntan mucho acerca de cómo logro tener pestañas largas, esta cualidad la adorno aun más con rimel, entonces, se ven inmensas. No tengo arrugas ni cicatrices. Mis labios son discretos. Mi cuello inquietante. Tengo una vena curiosa que se asoma y se pasea desde el cuadrante superior interno de mi mama izquierda, y se dirige como flecha a reposar en la orquilla esternal; los hombres siempre la miran y acompañan su trayecto con los dedos, en ocasiones también con la lengua. Mi pelo es negro. Soy morena clara; los lunares se localizan en lugares estratégicos, algunos de ellos tienen dueño.
Mi cuerpo desnudo no es delgado en extremo; la proporción es el nombre, el apellido es la armonía. Mis senos son indiferentes a la gravedad y de talla adecuada. Creo que la cadera nunca fue ni será mi fuerte, pero está compensada por piernas y pantorrillas bien delineadas.

Aunque en realidad de lo que les quería hablar es acerca de mis pies y manos. Cuidarlos es un ritual que aprendí de mi abuela materna, y mi madrina, terminó proporcionándole el último detalle.
Mi abuela decía que el secreto de caminar con seguridad se instalaba al sentir protección cuando se da un paso, y que la firmeza la proporcionaban los pies bien hechos. De pequeña cuando tomaba mi baño diario, la abuela restregaba infame la planta de mis pies con una piedra porosa, mis dedos también sufrían el mismo tratamiento. Este ritual lo hice costumbre. La contribución de mi madrina le otorgó el toque personal y sensual: unas gotas de aceite / esencia de sándalo con su respetivo masaje, después, poner zapatilla (antes la media era fundamental, en la actualidad no es necesaria). Soy portadora de un paso lento y seguro (por supuesto que he llegado a caer, no soy infalible) con pies bien cuidados. Dicen los osados que cuando los acarician (mis pies) su firmeza (la de ellos), toma el mando con seguridad.
Mis manos tienen dedos largos y delgados; no han perdido lo suave del roce y eso que tocan: asperezas, temperaturas extremas; reciben también  golpes inesperados y heridas accidentales. Su atractivo radica en la diversidad de acción: Son tiernas, osadas, curiosas, caprichosas, apasionadas, sensuales, seguras, sanadoras, violentas, rudas, groseras, inquietas y nerviosas. La abuela me embarraba vick con eucalipto en cantidades generosas y después metía un calcetín en cada una, esto lo hacíamos juntas noche tras noche.
Sospecho que las rutinas enseñadas y que sigo aún al pie de la letra son las culpables de mis ventajas.

Caminar y palpar con el doble sentido -fuerza y suavidad-  sólo pueden ser parte esencial y permanente si te abres a la enseñanza y la atesoras con el hábito.

Mis pies y manos son únicos.

¿Alguien desea tocarlos?

PD. Luego por qué me escriben esos comentarios, ¿verdad?


FIRMA: Un ser de este mundo









_____________________

Seguidores

Safe Creative #0909034355844

Blog Archive