viernes, 26 de diciembre de 2008

MARIANA Y SU CANCIÓN SIN PALABRAS


La indigestión se logra curar de dos maneras, cagándo o vomitando lo que la provocó.
"La Cué, durante una plática de amigas"
"Y Mariana quiere ser canción..." Ser canción no es un deseo efímero, es más bien ambicioso. Para ser canción se necesitan varias cosas. Ser detectada. Después viene lo divertido:  
Sus ojos se topan con los míos. Entre los dos hay un ritmo de dilatación y cierre pupilar acoplado. Él lee mi biografía en mi piel y deletrea en las líneas de mis pies el largo camino recorrido. Me besa y jala con su lengua las palabras escondidas tras la capa de disimulo. Ataca mis defensas inyectando imaginación, creatividad, empeño. Motiva mi curiosidad y es compensado por el juego del deseo. Me posee como novia, como lolita, como puta, como amiga. Me toca en cualquier momento, con cualquier pretexto, en cualquier lugar del planeta y del cuerpo. Reconoce mi olor entre millones de mujeres y, con los ojos cerrados, recorre mis valles, llevándose la imagen hilvanada entre las palmas. No desea firmar de dueño en mi piel, sino en mis sueños y en los suyos. No me espera, surge. No está, aparece. Vive aceptando que conmigo no hay nada seguro. Él habla con el cuerpo, canta con la mirada y siembra con la palabra. Escribe de mí, por mí y para mí; cada letra es del color de mi piel; las conjunciones coordinantes copulativas tienen el sonido de mi voz; los verbos tienen el reflejo de mis acciones; mis adjetivos surgen en sus textos, en sus sueños, en su memoria y forman parte de sus recuerdos.

Ser canción es similar a ser historia, cuento o microficción; incluso es parecida a una mentira verdadera.

Fui y soy canción. Puedo también ser letra.  ¡Te invito a escribirla!



Alguien leerá la historia y me conocerá.

Vaya con esa Mariana (la de Silvio Rodríguez) que quiere ser eterna para alguien, y paso a ser eterna para los seguidores de este fantástico trovador. ¿Verdad?


Si alguien te preguntara: ¿En este próximo 2009, qué es lo que más deseas ser y hacer? ¿Cuál sería tu respuesta?




¡¡¡¡¡ F e l i z A ñ o 2 0 0 9 !!!!!!








FIRMA: Un ser de este mundo



_______________________________________________________


viernes, 19 de diciembre de 2008

COMEZÓN DURANTE LA NAVIDAD




Los burritos dicen: ¡Felices Fiestas!


WALKING AROUND

SUCEDE QUE ME canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.

Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

Pablo Neruda


¡Cómo me gusta el sabor de sus palabras! 
Hablo acerca de las dirigidas sólo a mí.  Ayer besé sus labios, recorrí con mi lengua sus comisuras. Él narraba con frases cortas: travesuras, incertidumbres, confidencias. Y yo, con emoción, besando sus labios a través de las palabras. Nunca descubriremos la realidad de la química personal que nos hace únicos; de las terminaciones bioquímicas, ligaduras, cationes, aniones y demás complejidades que nos hacen maleables a un caldo bioquímico específico.

Mi tío peluche –un pelo más y hubiera sido chango- siempre recalcó que “para atracción cada uno con su comezón”. Cada vez que lo escuchaba decirle esto a mis hermanos, un piquete entre delicado y ardoroso se dejaba sentir en mi pecho izquierdo. De inmediato me rascaba. Entonces el tío peluche, burlón, confirmaba su teoría con sonoras carcajadas.

Crecí con el gusto y la atracción reflejándose en el pecho izquierdo: con el paso del tiempo se convirtió en un lindo seno de adecuada talla. Estoy segura que cada persona tiene su propio lugar donde se manifiesta la comezón en forma de deseo, amor, etcétera. Si no quieren revelarlo no importa, pero de que les pica una combinación entre: fuerte, dulce y doloroso ¡les pica, eso que ni que! 
¡Hay dolor!

Cuando lo conocí, de inmediato me rasqué el lugar que les mencioné. Lo peor vino después, cuando lo imaginaba. Mis amigas temían contagiarse. Ojalá la pasión fuera contagiosa. ¡Arderíamos! ¿A quién no le gustaría morir entre llamas: penetrando o penetradas? Luego siguieron los sueños. Dejaban secuelas. Mi pecho izquierdo, colorado de tanta talladera.

Lo magnífico de esta proyección (porque de eso se trata esto, enviamos hacia algún lugar nuestros deseos) es que cesa cuando la reacción de cargas se logra balancear. Otra vez la bioquímica.

Tiempo atrás padecí de fatiga por mirar la realidad mentirosa, no había marcas de rascado en mi pecho.

“e.r” me hizo recordar a Neruda: “Un golpe de oreja” dijo. Fui y busqué el poema. Agradezco el regalo del recuerdo.

Se acerca la navidad y me siento tranquila. Mirando (por momentos cansada), la repetición de eventos. Tengo PASIÓN en el pecho. ¡Sí! Pasión por la vida, por hacer travesuras.
Andaré golpeando orejas.” 




Gatita, Ageek, W, Kix, Ross, Marichuy, Susana Silva, Lobo, Cuatro Letras, Pez, Enrique Fortunat, e.r, Chilangoleón, Hippie Viejo, Misionero, Fernando García (El pirata), Zombie cachetón, Natasha, Incitatus, Antonio, Mati, Erat, Diego, Diablo, Avelina, Coro, Arian, Dantes, Magoo...



¡FELICES FIESTAS A TODOS!






FIRMA: Un ser de este mundo


_______________________________________

miércoles, 17 de diciembre de 2008

DEL CÓMO ASESINAR AL FANTASMA Y DE LOS ESTIGMAS RESULTANTES

Hola, , este saludo es para ti.  Si me lees llévame en los ojos.
Despiertas cada mañana para vivir de y para tus rutinas. Miras tu reflejo por todas partes, intentas esconderte del que se observa en sus pupilas. Entonces decides verte en el espejo del baño que, aunque revelador, lo prefieres al otro, al interrogante.
Hola de nuevo. 
¿Qué es lo que esperas de estas letras, qué temes de ellas?
Sabes, te saqué afuera para que te asolearas. Colgado de un gancho en el tendedero, el aire ventilaba tus humores. Un día salí para tomarte de nuevo por los hombros, colocar tu peso en mi cama, tener tu imagen de regreso en mis sueños y ya no estabas.
Por voluntad mía te convertiste en ausencia: cuando vacié los bolsillos de mis sacos, de mis pantalones; cuando vacié los cajones de mi cómoda, cuando tiré los papeles y las cartas del locker; cuando escondí las fotos hasta el fondo de mi vista; cuando retrasé los encuentros y evité los desencuentros. Comprendí que lo mejor que le puede suceder a cualquier persona que quiere olvidar, es ser olvidado y borrado de la mente amada. De esa forma resulta más fácil. Así fue: yo salí, entonces, tú saliste. 
¿Quién por estos rumbos no lo cree? 
¿Cuántos de nosotros no lo ha hecho de esa forma sin darse cuenta?
Un día cualquiera se asesina al fantasma, así, sin más ni más.

Alguien sabe: ¿Qué se es después de cada corrida? 
¿En qué o en quién nos convertimos durante la travesía del desamor?
¿Algo tatuado se queda del (a) otro(a) como estigma?

Es la música que suena en mi ipod. Es la ironía que llena en ocasiones las iglesias. Es el sonido de algunos pasos que me recuerdan y trasladan a ciertos lugares. Es eso...el recuerdo, algo que se cura con sonrisas, que cicatriza con ironías.

Hoy sonrío, hoy escribo, hoy aprendo, hoy deseo, hoy me atrevo, hoy me divierto y no tienen idea ni tú ni nadie: a quién, cómo, dónde y de que manera me resulta divertido recordar. 



Pero lo que más me hace feliz es...¡mirarme!
¿Alguna duda?



FIRMA: Un ser de este mundo




____________________________________________

viernes, 12 de diciembre de 2008

PLAN PARA MIS AMIGAS: "J" Y "C"




El amor es sufrido, es benigno. El amor no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
-Primera de Corintios 13, 4-7
El amor satisfecho conduce más a menudo a la desdicha que a la felicidad.
-Arthur Schopenhauer
Puedes ser un ángel, y no lo eres: ésa es la cualidad que distingue a los demonios.
-José Martí
Ha venido tu lengua, está en mi boca como una fruta de la melancolía. Ten piedad en mi boca: liba, lame, amor mío, la sombra.
-Antonio Gamoneda
El deseo al cuadrado es amor y el amor al cuadrado es locura. La locura al cuadrado es matrimonio.
-Anne Carson
Lo difícil es la primera hora: en parte porque hay que despertarse temprano en sábado para sacar las cosas a la calle y en parte porque nunca es deseable exponer la intimidad de manera tan articulada: vender los libreros o la caja de herramientas es una cosa, pero saldar los platos donde uno se comió tantas sopas –aunque varias hayan sido de chocolate-, o los discos cuya cadencia marcaba el momento de darle la vuelta a los hot cakes, es otra cosa. Para las ocho ya todo tiene que estar expuesto.
-Fin. Álvaro Enrigue
Nadie puede entender de verdad que es una separación en todas sus dimensiones. Ni yo mismo, que las he experimentado en exceso. Antes de la separación el amor se vive como un malentendido feliz, el amor se acaba como un malentendido infeliz y desde fuera se ve siempre como otro malentendido. Quienes nunca se separan viven otros malentendidos, felices o infelices. Allá ellos. Pero que nadie venga con cuentos: un matrimonio largo, insisto, es otra patología. No es ejemplo de salud, comprensión o entendimiento.
-Ese malentendido que me quema. Alberto Ruy Sánchez
El desamor tiene fecha de caducidad, tú lo sabes, igual que la memoria.
-Notaciones para una suite de desamor. Alejandro Páez Varela

J y C están tristes... de diferentes maneras pero por la misma causa. Cada una por su cuenta, arrastra las preguntas y las deja allí, a la intemperie, para ver si alguien tiene la respuesta adecuada. Moriremos con muchas dudas pero: hay que evitar morir sin la seguridad de haber amado, y sin el conocimiento de a quién hemos amado.
No hay solventes que limpien los recuerdos. No hay palabras que escondan el dolor de las acciones. Los cuatro protagonistas de estas dos historias, caminan por senderos de sal. El amor los sensibilizó de diferente manera. Abiertas quedan las manos, ¡no se crucifiquen!
Esos senderos de sal son difíciles de transitar, las heridas gritan al contacto con la sal. Pero por ella sanarán. El amor propio, la autoestima. ¡Ve! ¡Corre amiga! ...recupérala. Todo huele a ausencia. Duermes con la esperanza de despertar de la pesadilla. Sé, que sucederá.
Tengo un plan para J y C que realizaremos en cuanto despierten. He comprado varios lápices. También conseguí una caja de esos llamados Prismacolor con 36 colores diferentes. Compré una brújula, compás, escalas, gomas de borrar, catalejos, niveladores, curvímetros, binoculares. Pregunté en algunos lugares que frecuento acerca de trazos y planos, me recomendaron hojas bond, puntualizando que las más anchas y largas eran las mejores para mis planes. Eso ha entretenido mi cabeza durante estos días. Visité todas las papelerías del centro de la ciudad sin lograr encontrar hojas de papel de un tamaño infinito (¿o será que es finito?) Un martes por la noche, los pies me dolían: por la extensa y ancha caminata, por cruzar avenidas entre carros luces navideñas y personas. Me encontré de pronto con una fuente de agua dulce. Metí las manos en ella. Hasta el fondo brillaba algo que llamó mi atención, en el intento de alcanzar el brillo resbalé y caí dentro de la fuente. Desde ese día los hombres con imaginación pasean su lengua por mi rostro dulce, o por mis brazos, mis piernas... algunos han logrado convencerme de dejarlos saborear la miel más exquisita.
Este...creo que me desvié del tema...Mmmm, ¡Ah! Sí. Decía que juntando el material para llevar a cabo mi plan, mientras J y C poco a poco y en silencio planean su propia mudanza, encontré varios obstáculos (y varios placeres).
Hay que trazar nuestro propio mapa. Ese es el plan. Colocarle: ríos, cascadas, carreteras, montañas. Amigas mías, las hojas blancas más grandes tienen límites en sus bordes, pero eso no importa ya que ustedes tendrán un número ilimitado de puntos... de inicios.
Aunque pensándolo bien sí existe una limitante. Los mapas los pueden hacer incluso sin todo el material que he reunido poco a poco; pero no los podrán hacer sin VALENTÍA. ¡Aquí las espero!
Y yo, como el señor Polovski..."[Sí, piensa entonces, es tan, tan bonito esperar a alguien... ]"
FIRMA: Un ser de este mundo.
_______________________________________

viernes, 5 de diciembre de 2008

GRACIAS POR EL FUEGO









Han pasado once años. Los cambios más radicales, se dirigen casi siempre en las zonas no visibles para los demás. No sé si él los detecta en mí. Me convertí en algo parecido a lo que tal vez algún día se imaginó. Lo que me gusta es que no pregunta. Estoy segura que sabe todo y sospecho también, que no desea enterarse de los agravantes o de otras cosas. Así será.
Estoy contenta de que los hilos de macramé hayan dado un punto de cruce, que el nudo de amistad por fin se completara. Tal vez resulte complejo, incluso -para los que conocen nuestra historia- absurdo. Pero los involucrados (él y yo) sabemos con exactitud de qué se trató la ficción que nos atrapó en esos años.
Parecería que dejamos una plática de literatura pendiente o que estábamos jugando ajedrez y yo me retiré -mientras él pensaba su jugada- a fumar un churro para inspirarme, ya que no sé jugar nada bien. El pasón me empujó tremendo y me perdí por años de su vista. Regresé, él no estaba, pensé mi jugada, la di... esperé.
Un abrazo de amigos fue la firma del pacto. Ahora puedo decir con tranquilidad, que dos de los tres hombres que han sido fundamentales en la madurez de mi carácter, pisan el mismo terreno, aspiran los mismos efluvios viciosos (por pacientes enfermos), se sientan en las mismas sillas, miran el mismo televisor e incluso, tocan los mismos lugares que yo. Y digo con tranquilidad, porque ni con lo fantasiosa que suelo ser, me hubiera imaginado ésta situación y ni mucho menos -con todo lo que ha sucedido en estos once años- sonreír como lo he estado haciendo.
Se sentó a continuar con la charla de libros sin preocuparse por los once años que habían pasado. Él y yo no somos los mismos. Aún así corremos el riesgo de que alguna palabra, algún recuerdo, alguna canción –ha sucedido- solicite ser tomada en cuenta. Entonces, me sonrojo y coloco humor negro a la situación. De esa manera le damos tratamiento a las heridas. Antes de salir de vacaciones le presté un libro, él hizo lo mismo. Tenemos algo en común: una expresión que se refleja en nuestro rostro cuando algo nos gusta.
Vuelvo a comprobar que se dan rodeos antes de llegar al lugar que se desea, leemos libros inútiles antes de encontrar el que uno necesita. No estoy diciendo que los libros que he leído no hayan sido de utilidad. Al contrario, si no fuera por el papel impreso de ideas, fantasías, sueños y locuras, una buena parte de los que soy en este momento no acompañaría la actitud en mi mirada. Incluso estoy segura que no escribiría estas palabras. Soy en buena parte lo que he leído, aprehendido y aprendido de los libros.
El libro que me prestó mi amigo y compañero de lecturas y locuras, me dejó con un adecuado sabor de boca. Y me mostró el cómo y el porqué me siento bien, estable y con picos de felicidad en estos tiempos. Les dejaré unos fragmentos, esperando sus puntos de vista. Quiero que quede claro que no estoy trasmitiendo dobles lenguajes, no estoy fregando conciencias. Si alguien se siente aludido o proyectado es su problema, pero aún así, si se sienten aludidos o proyectados, LEAN. Y si no, pues también...

Acerca de la amistad:
Estaría bien saber si de verdad existe la amistad. No me refiero al placer momentáneo que sienten dos personas que se encuentran por casualidad, a la alegría que les embarga porque en un momento dado de su vida comparten las mismas ideas acerca de ciertas cuestiones, o porque comparten sus gustos y sus aficiones. Eso todavía no es amistad. A veces pienso que la amistad es la relación más intensa de la vida...y que por eso se presenta en tan pocas ocasiones.
¿Qué se esconde detrás de la amistad? ¿Simpatía? Se trata de una palabra hueca, poco consistente, cuyo contenido no puede ser suficiente para que dos personas se mantengan unidas, incluso en las situaciones más adversas, ayudándose y apoyándose de por vida...¿por pura simpatía? ¿O se trata quizás de otra cosa?...¿Habrá tal vez cierto erotismo en el fondo de cada relación humana? [...] Naturalmente la amistad es algo distinto, no tiene nada que ver con la atracción enfermiza de quienes buscan la satisfacción con personas de su propio sexo. Al erotismo de la amistad no le hace falta el cuerpo...no le es atractivo, resulta incluso inútil. Sin embargo, no deja de ser erotismo. En el fondo de todo amor, de todo cariño, de toda relación humana late el erotismo.
[...] La amistad es la relación más noble que pueda haber entre los seres humanos. [...] Las relaciones basadas en la simpatía que he visto nacer y desarrollarse entre dos seres humanos, han terminado ahogándose invariablemente en los cenegales de la egolatría y de la vanidad. El compañerismo y la camaradería adquieren en ocasiones el aspecto de la amistad. Los intereses en común pueden producir situaciones humanas que se parecen a la amistad. También la soledad hace que las personas se refugien en relaciones más íntimas: al final se arrepienten, aunque al principio crean que esa intimidad es ya una forma de amistad.
[...] La amistad es un servicio. Al igual que el enamorado, el amigo no espera ninguna recompensa por sus sentimientos. No espera ningún galardón, no idealiza a la persona que ha escogido como amiga, ya que conoce sus defectos y la acepta así, con todas sus consecuencias. Esto sería el ideal. Ahora hace falta saber si vale la pena vivir, si vale la pena ser hombre o mujer sin un ideal así.
Y si un amigo nuestro se equivoca, si resulta que no es un amigo de verdad, ¿podemos echarle la culpa por ello, por su carácter, por sus debilidades? ¿Qué valor tiene una amistad si sólo amamos en la otra persona sus virtudes, su fidelidad, su firmeza? ¿Qué valor tiene cualquier amor que busca una recompensa? ¿ No sería obligatorio aceptar al amigo desleal de la misma manera que aceptamos al abnegado y fiel? ¿No sería justamente la abnegación la verdadera esencia de cada relación humana, una abnegación que no pretende nada, que no espera nada del otro? ¿Una abnegación que cuanto más da, menos espera a cambio? Y si uno entrega a alguien toda la confianza de su juventud, toda la disposición al sacrificio de su edad madura y finalmente le regala lo máximo que un ser humano puede regalar a otro, si le regala toda su confianza ciega, sin condiciones, su confianza apasionada, y después se da cuenta de que el otro le es infiel y se comporta como un canalla, ¿tiene derecho a enfadarse, a exigir venganza? Y si se enfada y pide venganza, ¿ha sido un amigo él mismo, el engañado y abandonado?
[...] llega el momento en que uno reconoce en vano la verdadera naturaleza de las relaciones humanas. De ninguna manera se es más sabio a fuerza de conocimientos. Por eso no tenemos ningún derecho a exigir ni la verdad ni la fidelidad de aquel a quien un día aceptamos como amigo, ni siquiera aunque los acontecimientos hayan demostrado que ese amigo ha sido infiel.
[...] La amistad no es un estado de ánimo ideal. La amistad es una ley humana muy severa. En la antigüedad, era la ley más importante, y en ella se basaba todo el sistema jurídico de las grandes civilizaciones. Más allá de las pasiones, de los egoísmos, esta ley, la ley de la amistad, prevalecía en el corazón de los hombres. No la puede matar ni siquiera la muerte, puesto que su recuerdo permanece en la conciencia de los hombres, como permanece el recuerdo de una hazaña discreta que no se puede expresar con palabras. Así es, la amistad es una hazaña, en el sentido fatal y silencioso de la palabra, donde no resuenan ni sables ni espadas: una hazaña, como cualquier otra actitud desinteresada”.

Acerca de la fidelidad:
¿Qué significa la fidelidad, qué esperamos de la persona a quien amamos? ¿Exigir fidelidad no sería acaso un grado extremo de egolatría, del egoísmo y de la vanidad, como la mayoría de las cosas y de los deseos de los seres humanos? Cuando exigimos a alguien fidelidad ¿es acaso nuestro propósito que la otra persona sea feliz? Y si la otra persona no es feliz en la sutil esclavitud de la fidelidad, ¿amamos a la persona a quien se la exigimos? Y si no amamos a esa persona ni la hacemos feliz, ¿tenemos derecho a exigirle fidelidad y sacrificio?
Todo eso que la gente llama engaño esa rebelión triste y aburrida de los cuerpos hacia una situación y hacia una tercera persona, resulta terriblemente insignificante, casi penoso, si lo miramos desde la distancia del tiempo, al final de nuestra vida; algo parecido a un accidente o a un malentendido.
Hay algo peor que la muerte, peor que el sufrimiento...y es cuando uno pierde el amor propio. Hay algo que duele, hiere y quema de tal manera que ni siquiera la muerte puede extinguirlo: y es cuando una persona, o dos, hieren ese amor propio sin el cual ya no podemos vivir una vida digna. Tal ve es simple vanidad...y sin embargo, esa dignidad es el contenido más profundo de la vida humana”.

Acerca del sentido de la vida:
El sentido de la vida no es otro que la pasión, que un día colma nuestro corazón, nuestra alma y nuestro cuerpo, y que después arde para siempre, hasta la muerte, pase lo que pase.
Aquel que ha vivido este tipo de pasión, tal vez no ha vivido en vano. Una pasión profunda, malvada, grandiosa, inhumana. Que quizás no se concentre en una persona en concreto, sino en el deseo mismo. O puede ser que se concentre en una persona en concreto, la misma siempre, desde siempre y para siempre, en una persona misteriosa que puede ser buena o mala, pero que no por ello, ni por sus acciones ni por su manera de ser, influye en la intensidad de la pasión que nos ata a ella. En el fondo, quizás el último significado de nuestra vida es encontrar la pasión en algo o en alguien.”

Yo, Mafalda: tengo hazañas; he logrado entender, con una sonrisa en el rostro, al que dejó de amarme y sus acciones en este momento me resultan insignificantes; he recuperado mi amor propio; y sí, viví durante nueve años una pasión. ¿Espero otra? Estoy segura que sí; quiero morir recordando fuegos que me hayan enloquecido. Deseo continuar sonriendo por este camino de competencias, donde las pasiones compiten para ver quién quema mi ciudad...



FIRMA: Un ser de este mundo


Foto tomada por De La Luz






Seguidores

Safe Creative #0909034355844

Blog Archive