sábado, 14 de marzo de 2009

Una sombra en el sol...








Foto cargada por peter bowers.





Me hizo indigestión uno de los terrones de azúcar. Me duele el ala izquierda, y eso hace que vuele chueco. Ateh lee, y yo, traigo amarga la lengua.
Decido descansar dentro de la casita de correo. Granos de agua golpetean el techo. Con el ritmo de la lluvia me viene el recuerdo: Ateh en una ocasión mencionó que un cuento puede surgir del canto de un pájaro. Lo que me irrita es que yo no canto, yo no escribo, yo soy un ave enana cualquiera. ¡Auchhhh! Me duele el gañote.



Dice Cesar Vallejo “Quiero escribir pero me sale espuma […]”. Y así pasan las horas, con la hoja en blanco, el pensamiento en sepia, y la idea en gris.
¿Qué estará haciendo la niña que escribe sobre hojas de árbol? Se me ocurre hacer una historia de ella y su inquieta ave.
Transcurrida la primera idea, esta suena gutural, es el nacimiento del proceso. Entonces, escucho llorar al neonato.



“Se levanta la mañana, vestida de naranja y promesa. Junto con el azar madrugaron dos colibríes. Sobre el suelo, el macho de cuello rojo intenta con su danza llamar la atención de la hembra. No hay apareo, solo búsqueda de azúcar. La hembra vuela y se pierde entre los tejados. El macho danzador rescata el néctar en las begonias del umbral de una casa. Desde su ventana, la mujer de los colores observa al colibrí, y dentro de su corazón resucita la ausencia. Algo atora el ala izquierda del colibrí y cae al suelo herido. Ella, la de los colores, corre a rescatarlo. Lo mete dentro de la casa azul, roja, verde y amarilla. Le cura la herida, alisa los pliegues de sus propios recuerdos y, se desvela cuidando al colibrí de cuello colorado.
Antes de este acontecimiento, la cabeza de la chica de los colores, permaneció muchos meses dentro de un pozo de resentimiento, dolor y nostalgia. Un día se asustó al mirarse en el espejo, ¡su cabeza había desaparecido! Se encerró con chapa y candado dentro de la casa pintada de varios colores. Con las manos, busco por todas partes su cabeza. Le dio urticaria, entonces, se rascaba hasta sangrar. Le ardían las rodillas, por andar sobre ellas buscando por los rincones. Se preocupaba cuando le dolía el estómago. “¿Podrá mi cabeza colocarse de lado para vomitar?” Decía su corazón.
La lucidez como reflector en la oscuridad le llegó por fin un día, pero a su cabeza. El cuerpo maltrecho y en cama, escuchó su propia voz que cantaba:



"Once upon a time I was of the mind
To lay your burden down
And leave you where you stood
And you believed I could
You'd seen it done before
could read your thoughts
Tell you what you saw
And never say a word
Now all that is gone
Over with and done - never to return
I can tell you why
People die alone
I can tell you I'm
A shadow on the sun
Staring at the loss
Looking for a cause
And never really sure
Nothing but a hole
To live without a soul
And nothing to be learned
I can tell you why
People go insane
I can show you how
You could do the same
I can tell you why
The end will never come
I can tell you I'm
A shadow on the sun
Shapes of every size
Move behind my eyes
Doors inside my head
Bolted from within
Every drop of flame
Lights a candle in
Memory of the one
Who lives inside my skin"



Shadow on the sun. Audioslave




Se obligó a vivir a pesar de la lluvia, a pesar de que todos los hombres que ha encontrado en su camino, ya van de regreso, a pesar de estar consciente de que haga lo que haga, volverá a encontrarse llegando tarde y renovando salidas.

El colibrí de cuello rojo, ya tiene curada el ala y también, ya tiene nombre. La chica de los colores se compró un reloj que da la hora, pero no marca la fecha, solo los días de la semana. Así que el tiempo corre, los días tienen actividades propias y, los años han perdido la dirección correcta. Ayer, que en realidad es hoy, la miré de color sepia con un hermoso sombrero, un collar de bolas, cortando margaritas en su jardín. El colibrí revoloteaba a su alrededor.
Who lives inside my skin..."
E.









FIRMA: Un ser de este mundo.











________________________

10 comentarios:

Incitatus dijo...

A cientos de aleteos por segundo y sin canto, no sólo danza para recolectar la miel, sino los colores mismos de su género.
Colibrí, chupamirto, a cientos de aleteos por minutos, iluminános de tus colores.!

...

marichuy dijo...

"Me hizo indigestión uno de los terrones de azúcar. Me duele el ala izquierda"

Qué bonita imagen. Yo no como turrones de azúcar, pero a veces me duele el corazón, que está del mismo lado que el ala del colibrí.

Lo bueno es que después de las ideas en gris y el pensamiento en sepia, te salió una historia colorida y prometedora.

Ay mi Mafis, eso de que yo no te pueda leer en el Reader, es una tragedia para mi, je; siempre llego tarde.

Un saludo

Workaholica dijo...

Mi Mafis...

Hoy no puedo concentrarme para leerte....

Regresaré y lo haré con la dedicación que te mereces...

Besitos asustados

Diego Fabián dijo...

Veo que a la chica de los colores no solo le gustan los colibríes, sino también cantar en inglés!!...

Jeje...

Un bonito relato, mi Mafis... Y la canción le da un toque extra de inspiración...

"Once upon a time..."

Abrazos, mi querida amiga... Y dile al colibrí que ya deje de comer terrones de azúcar!!...

Anónimo dijo...

Me agrada siempre que vengo, no son como esos cuentos baratos o de antaño que comienzan con Once upon...

far far away... los malos cuentos
de las alas podria ser que se reparen, de llegar tarde supongo que todos tenemos algo de culpa

me encanto la canción de fondo
mi mafis no te habria imaginado ni en sueños .. asi con un toque rocker o rudo


besos con terrón de azucar

MauVenom dijo...

Yo tengo un reloj igual

:(

pero quiero uno que avance hacia el futuro y no se repita todas las semanas dejándome perdido sin saber cuánto tiempo ha pasado.

... Habré mirado un colibrí?. En mi corazón hay una auscencia enorme.

Besos
Perdón la tardanza. Casi no tengo tiempo para nada.

Incitatus dijo...

Ahora el colibrí viene preocuposo.
¿Dónde se habrá metido?, se pregunta mientras vuela a un nuevo pistilo.
Seguramete ella no extraña los puntos suspensivos.
¡Chale! no, seguramente es por los besos que no le he mandado.
Besos muchos, pues...

Mafalda dijo...



Incitatus:

Danza para conquistar a su hembra, para recolectar miel, y para iluminarnos con sus colores. Así es mi caballero a caballo. Muchos besillos para ti.

Marichuy:

Sí pues, luego salen cosillas locas. Las cosas más pequeñas tienen escondidas razones muy grandes, tienen ocultos colores, movimientos incluso corazón.
Tú nunca llegas tarde a esta casa, y creo que a ningún sitio mi Marichuy. Tú estás siempre aquí en el momento necesario y adecuado.

W:

En este momento y fecha sé que todo está bien. TQM amiga.

Diego:

Jeje, así es mi amigo. En una ficción suceden tantas cosas. Te mando un fuerte abrazo. Tomaré medidas adicionales para que Cornelio no se enferme de la panza.

Jolie:

¡Ay! Mi Jolie, si supieras jejejeje. Voy a los conciertos y me transformo jajaja, y sin churro ni otra cosa de por medio ¿eh?
A lo mejor dentro de varios años, se escriba la historia de Mafalda, no la argentina, esa ya está escrita, sino la mexicana. Que su inicio sea “once upon…” no me preocuparía, a lo mejor el final si me tendría pensativa…

Mau:

¡Vaya! Ambicioso jajajaja. Te invito a inventarlo, te invito a vivirlo…tal vez…¿escribirlo? Busca al colibrí. Besillos para ti.

Incitatus:

Jajajaja, lo bueno es que te diste cuenta. Muaccckkkk. ¡Gracias por los besucos!

Exenio:

O_o

Mafalda

Fernando García Pañeda dijo...

El colibrí revolotea a nuestro alrededor y miramos de color sepia mientras leemos estos poemas historiados. O, como decimos los prosaicos, estamos metidos en el relato.
Besos.

Mafalda dijo...

...


Fernando:


Me alegro que logres ver mis locuras.
Besos también para ti.

Mafalda

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