martes, 16 de agosto de 2016

16.08.2016...








Haré una confesión: me gusta mezclar bebidas porque en otros tiempos cuando yo lo hacía, él me observaba con curiosidad. Ahora que él ya no está, para hacerle honor a su recuerdo, tomo  una taza de café y, al mismo tiempo sobre la mesa hay una cerveza que bebo a sorbos junto con un vaso con agua. Las bebidas pueden variar: una copa de vino tinto, café y un vaso de sumo de naranja; una margarita, un té de jengibre y un refresco de limón; agua de Jamaica, café y mate...
No sé qué piensa la gente cuando me ve haciendo esto. Aunque creo que la gente no sabe que todo es por él. ¡Qué cosas!, y pensar que él no era poeta; tenía, creo, una que otra virtud, pero no era poeta, ni escritor, ni músico. Ya no recuerdo qué era, ni lo que le gustaba, ni las películas que vimos juntos, ni los libros que compartimos, ni los restaurantes donde comimos, ni siquiera recuerdo si me veía tomando café, vino, cerveza, agua y jugos al mismo tiempo, lo cual, confieso, sigo haciendo sólo para él...

DOM.

2 comentarios:

Champy dijo...

Esa dicha loca de perder la cabeza por eso que llaman amor.
O la memoria para el caso da lo mismo.

2046

Mafalda dijo...

He perdido la cabeza pero la memoria aparece cuando menos lo pienso: me traiciona...

Besitos, mi loco amigo...

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