El olor a vainilla y madera anunciaban su presencia. Lo primero que hacía al llegar era prender su pipa atiborrada de tabaco y darle la primera calada, entonces, nos sahumaba a todos. Me gusta conocer personas que se distinguen por un estigma. El de él era su aroma y su pipa. Yo le decía, por supuesto: "hombre pipa". Su voz, otra extravagancia: rasposa, sensual, penetrante. Peinaba de lado su pelo entrecano. Al entrar a la sala, sólo su figura alta y huesuda era, para mi, todo el panorama: el mástil de la embarcación.
Los demás a su alrededor, sólo marineros, no más.
Lo miraba de lejos. Me distraía analizando sus movimientos, la fortaleza de sus manos y admirando ese perfil grotesco, enmarcado de pipa y nariz gibosa. Lo descubrí un día mirándome, y desde ese momento se extravió mi cordura. Hicimos tantas cosas juntos y separados que en estos tiempos no sé cuáles fueron realidad y cuántas producto de mi ansiedad juvenil.
Me gusta recordar al "hombre pipa", y más cuando me rodean personas que creen que la personalidad sólo consiste en echarse litros de perfume, sin tener un mínimo de esencia propia.
Recuerdo del día: Al leer "El rapto del cisne", me encontré con un personaje masculino (Oliver), que dicho sea de paso, me enloqueció, y no por contagio. Sugiero a cualquier lectora que tenga a bien leer la obra de Kostova, y que además le atraigan los hombres complejos, misteriosos, inteligentes y artísticos en varios sentidos; tener cuidado. Porque pasó que durante varias semanas encontré a Oliver pintándome en paisajes donde yo aparecía vistiendo mis sombreros y gorras, que tanto me gusta usar. Además, agudicé mi rechazo hacía los hombres poco apasionados.
Foto de Mr. Flawless
Mafalda desde si misma...
2 comentarios:
La esencia de los personajes huele, suena, se siente aún en la distancia, en el tiempo.
Un placer regresar a éste lugar.
Feliz 2012 Mafalda.
Amiga...
Yo ya quedé curada de espanto con el hombre complejo, misterioso, inteligente y artístico...
:(
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