Los columpios son transbordadores instantáneos, desde pequeña los utilizo para concentrarme y pensar. Me impulso una y otra vez; cuando el cosquilleo en la panza desaparece sé que estoy volando, entonces, miro desde mi posición privilegiada.
A diez horas de distancia, untada de bloqueador, con lentes polarizados, en el lugar adecuado, meciéndome sobre el columpio y con el sol reposando, logré mirarlo de frente.
Los frutos maduros tuvieron un proceso. Las ideas maduran con el análisis. Los humanos maduramos con ciertos trucos: Uno de ellos es la frialdad. El calor del momento coloca el punto de análisis, sólo es cuestión de dejarlo enfriar, sentarse y mirarlo con detenimiento y tranquilidad. Congelados los momentos clave, me mezo en el columpio y, despreocupada, dejo correr la cinta 8mm. El columpio cumple una función indispensable, es un trono. Frente a él, desfilan las imágenes como fotogramas tirados: un beso robado, una mentira, una duda, etc,.
Continuará…
FIRMA: Un ser de este mundo.
Foto de inicio cargada en flickr por alex in wonderland
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18 comentarios:
Si el mundo se hamacara un poquito más la vida tendría otros sentidos...
Sí mi Mafis.... los columpios te permiten volar... y cuanto más alto, mejor!!!!...
Me cuesta trabajo admitirlo pero efectivamente muchas veces una buena dosis de frialdad ayuda a madurar... aunque puedas hacerlo con la razón, enfriar el corazón no es nada fácil...
Mafis
Hace años que no me subo a un columpio... tienes anta razón: son de lo más lúdico; nos permiten volar en más de un sentido.
Me gusta eso que dices: los humanos maduramos con la frialdad: a veces al calor del instante y de los cambios emocionales, es imposible pensar con sensatez. La frialdad y la distancia, me parece ayudan no sólo a madurar, sino a clarificar
Un beso
Mi querida, veo que disfrutaste mucho el concierto!! Sí que hizo felices a varios, eh!
Mmmmm..... Ay amiguita. Asegún no? Me recuerdo chilpayate y solo me veo con las patillas arriba y abajo vuelto loco de felicidad, mis sueños y mis ansias por volar no son de hoy, en mas de una ocasión me imaginaba que cuando ya iba en lo mas alto ya no bajaría, que algo o alguien me jalaría y de ahí pa'lla!
Hoy, chorro mil años después, no creo que mis emociones hayan cambiado mucho, mis sueños y mis ansias de volar han crecido y 2046 veces mas que mi edad mis tamaños y volumenes...... por lo que dudo que yo me pueda concentrar o pensdar en otra cosa que no sea la adrenalina del momento.... ah como me excita ese recorrido, esa ñañara que me grita: Eres un mocoso! Aún.
Yo quiero ser un conchudo un evasivo un soñador un hijo d emi pinche madre un idealista un romántico hasta un pelele.....pero no quiero que se me enfrie el corazón. Mejor un balazo.
Creo que mi gusto y mis empciones rememoradas en mis columpios.....ay no... yo ero un nene.
Luego de comprenderlo, no estoy seguro de querer correr a un columpio.
2046
Los columpios forman hoy, y desde hace varios años, parte importante de mi vida. No porque yo los use, sino porque los usan seres de este mundo por los que vivo, los entronizados que rigen mis pasos...
Besos, querida Mafalda.
P.S. No es necesario que le pidas prestado el libro a Susana: te lo enviaría con mucho gusto a donde me dijeras.
Hola, Mafi´s. Y yo que muchas veces pensaba que lo peor de nosotros, sale tras la frialdad. Y bueno, tal vez esté en línea con lo que decís, es como nuestro escudo, ese que nos enseñan a construir. El otro mandato. Uno más que nos impusieron.
Tu imagen es encantadora. Hace poco me subí a un columpio, mientras mi hermana, justamente, me gritaba: "Marina, madurá". Mirá qué casual.
Un beso grande!
Que ganas de mecerme en un columpio, aunque sea de esos de metal.
Ya de jodido.
2046
Porque Dios no le dió alas a los alacranes?
2046
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Noesperesnada:
Pa' sacudidas y diversión que tendríamos.
Se pone cada cosa en su lugar después de un sube y baja.
Mafalda
…
W:
Corazón caliente, mente fría mi Flaquita. Nada fácil…
Mafalda
…
Marichuy:
El tiempo, la distancia, la frialdad…y en mi caso el columpio = veo el sol.
Mafalda
…
Kix:
Así es mi amiga, cantó algunas que no esperé escuchar. Por ejemplo, una de mis favoritas: “amor se llama el juego”.
No sé si varios fueron felices, lo que sí te sé decir es que yo me enloquecí gritando sus canciones.
Mafalda
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Champygnon:
Nadie dijo que se tenía que enfriar el corazón, a ese, no se le permiten tibiezas.
Cada quien que busque su propia manera de observar, analizar y volar.
Mafalda
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Fernando:
Ellos te miran desde su trono y tú los miras desde el tuyo. Cada quien convirtiéndose en sí mismos. Ya te contesté en el Facebook lo del libro.
¡Gracias! Muackkkk. De todas formas me comeré la ensalada y compartiré el vino con Susana.
Mafalda
…
Marina:
La ambigüedad es el callejón obligatorio para llegar hacia el árbol de frutos maduros.
Toma un taxi, indícale que surque los campos verdes.
Y, entre los suspiros de bellotas y los besos del viento, tomas conciencia de lo real.
Saludetes.
Mafalda
…
Champygnon:
¿Andas venenoso mi amigo? Jejeje.
Mafalda
Hay que cuidar la temperatura del corazón. Que no llegue al punto del congelamiento.
Templanza es el nombre del juego.
No había pensado en los columpios como tronos...
Saludos
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