Historia que camina...

Obras de Leopoldo Méndez

Obra de Pablo O'Higgins

En 2007, conocí una historia real incompleta. Fue aún más incomprensible porque se trataba de un lugar que no es común para mi (la pintura). Entonces entró la curiosidad. No fue hasta hace algunas semanas que le metí uña a los detalles. Me ha gustado el hilo, las coincidencias y las concordancias; ahora sospecho que el azar me llevó a leer esto y a encontrarle sentido.

Logré entender el contenido y el bosquejo. De esa forma también (con idea principal y ejemplo de ambientación) se aplican los ejercicios en el taller de cuento. Ahora corre el texto que inesperadamente coincide con estos tiempos que vivimos. No se trata de narrar la historia incompleta, (en este momento ya la conozco) más bien, ella, –la historia- me ayudará con las imágenes y con los tejidos intermedios de mi cuento.

¡No más desvíos y cambios!, en eso, por el momento soy irreductible.

¿Vos pides adelanto? Mmmm…así le pidieron a mi ma' y la dejaron con cuatro hijos, jejeje...

 

Las cabañas están encapsuladas en los muros del acantilado y, cada tarde, me miran recorrer la playa desde el bungaló -rodeado de palmeras y selva-, hasta las primeras salientes de rocas que se escurren semejando cera de cirio. Siento el sabor de la sal en los labios. Como en este momento, muchos ocasos me han encontrado atenta a los secretos que lleva el viento, quien los deposita cómplice en mi oído. Dejo impresas sobre la arena huellas diminutas; el frescor de la arena sube desde las rodillas -similar a un halo de eucalipto- y llega hasta mis pechos. En mi risco favorito, me siento y estiro las piernas en dirección al mar. El viento anima al oleaje para lograr que propine empujones a mis pies. Disfruto de una comunión milenaria aprendida entre tormentas, golpes de olas con sal y arena. El mar engullirá la luz y, al reventarla, los destellos rojos y anaranjados darán la bienvenida a las sombras. En ese lugar me gusta recordar; busco entre los escombros de ideas aquella historia de colores y líneas. Estoy segura que me perdí en otro universo, tal vez porque ahí me sentí más viva. No me importa continuar extraviada; experimento algo placentero donde lo eterno es corto; el cielo pequeño y el ahora un siempre desmedido. A quien le haya pasado esto además reconoce que regresar a la realidad es difícil…

Las pinturas son bellas, ¿verdad?, jejeje...

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De soledades a soledades...

Hace unos días, empecé a escribir algo acerca de un libro que me recomendó una de mis amigochas que luego viene a esta casa pintada a dejarme comentarios anónimos (no lo son para mí pero se marcan de esa manera). Mi idea era hacer un intento de reseña; soy mala para eso; existen en el internet personas con capacidad crítica e inteligencia para la reseña de textos como Ever . Es por eso que no me animaba a dejar este post. Luego volví al intento cuando mi Marichuy colgó un post acerca de la soledad. Fui y le puse un comentario donde dije algo acerca de este libro e hice mofa sobre nuestra soledad. De nuevo me ganaron otros vientos y no escribí el post.  Con un frío disfrutable, café cargado y a falta de un hombre que me dé calorcito, me siento en el ordenador a compartir con ustedes esto.

Con la gachita comparto mi afición a la fuga con letras. Nos prestamos libros, yo le recomiendo y ella hace lo mismo. Juntas también, vamos a gastarnos parte de nuestras quincenas a la Gandhi o a las ferias de libros. Incluso lloramos cuando alguna que otra historia nos llega a las entrañas. Ahí nos verán, en la degustación de letras, vinitos tintos (ella sabe más de eso que yo) y de mezclas distintas de café que alguna de nosotras descubrió.

El hallazgo de un libro nos llena de emoción y, corriendo, nos buscamos para platicar y hacernos llegar lo que encontramos. Así fue que Ale Florenzano me habló de La soledad de los números primos de Paolo Giordano.

A ella la conmovió entre muchas otras cosas sentirse de alguna forma reflejada en los personajes. A mí me impactaron los mínimos detalles en los que estamos sumergidos día con día, y que la cotidianidad nos impide asignarles el peso y el valor adecuados. El autor brinda un bosquejo amplio en el desarrollo de nuestra propia personalidad. Ser fuertes, intensos, depresivos y manipulables son rasgos de carácter con lo que nacemos. La personalidad es otra cosa muy distinta. Se trata del resane de los mínimos detalles. El tiempo y las trabas que nos coloca la vida, nos proporciona la actitud con la que afrontaremos las nuevas experiencias. Lo externo y las definiciones de los adultos nos marcarán para siempre.

Así, en ese contorno desfilan los personajes (Mattia y Alice). Marcados, primero por alguna frase u obsesión de sus padres y, después, por acontecimientos que los esperan en algún rincón de un parque o de alguna cima con nieve; situaciones que están fuera de su control.

Somos seres marcados, de eso no tengo duda. Pero existen algunas marcas con peso considerable que nos hacen convertirnos en personajes de novela. Mattia se aísla, Alice es rechazada. Dos soledades distintas y al mismo tiempo tan iguales.

Me encantó la metáfora de los números para explicar esa historia de amor. Aunque por momentos la sentí de terror. En otros me enojé tanto, que dejaba de leer.

La disfruté con lentitud, incluso releí capítulos. Quedé satisfecha porque también asimilé algunas cosas con lo que respecta a esto de la escritura.

Paolo Giordano tiene una capacidad envidiable para perfilar a sus personajes no sólo en lo físico, sino en lo psicológico; los planta frente al lector con una realidad desgarradora.

Es un libro que me gustaría que leyeran los que tienen la fortuna de ser padres o los que lo desean y van a serlo. Es tan fácil marcar de manera negativa a un hijo.

Mi amigocha encontró un blog -así como el de Ever- que tienen buenas recomendaciones de libros. Les regalo el LINK con la reseña de La soledad de los números primos. Eso sí, les aseguro que es mejor que esta mía.

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Foto inicial cargada en flickr por tomy-joy

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2010 termina en cero...

Podemos mirar el estado presente del universo como el efecto del pasado y la causa de su futuro. Un intelecto que en un cierto momento podría conocer todas las fuerzas que establece la naturaleza en movimiento, y todas las posiciones de todos los temas que esa naturaleza compone, si ese intelecto fuera también tan suficiente para presentar esos datos en un análisis, que pueda unir en una simple fórmula los movimientos de los grandes cuerpos del universo y lo muy pequeño del átomo; para ese tipo de intelecto nada será incierto y el futuro como el pasado sería el presente para esos ojos

Laplace, Essai philosophique sur les probabilités, introducción. 1814

El 2009 se pintó en este blog de absurdo . No tengo planeado convertir este espacio en un diario. Tampoco en el escaparate de tontas quimeras (ser la más deseada, la más buenota, la más sensual, la que tenga la boca escurriendo de razón o la más misteriosa).

Este año (2010) termina en cero. Leo que según la tercera ley de la termodinámica el cero absoluto es un límite inalcanzable. Pero eso no es todo también encontré en wiki que según la mecánica cuántica, el cero absoluto debe tener una energía residual, llamada energía de punto cero, para poder así cumplir el principio de indeterminación de Heisenberg o principio de incertidumbre.

O_0

Si las partículas son impredecibles porque no siguen una trayectoria definida, entonces, los seres humanos formados por millones y millones de partículas, somos tan inadecuados como impredecibles. Aunado a lo anterior, ahora resulta que este año tiene terminación en cero.

¿Será que me entren ganas locas de mostrarme en cueros en el ciber? Digo, con eso de lo impredecible. Y luego, ustedes que me leen, ¿entrarán en tanta incertidumbre que enloquecerán por mí?

Esto me pasa por andar inventando historias complejas, donde los números, el espacio, el tiempo y las causalidades tienen su propio sentido de ser.

Este nuevo año las conjunciones coordinantes copulativas irán enumerando mis logros y espero también muchos proyectos terminados.

Buen año para todos nosotros los determinados...

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Foto inicial cargada en flickr por -jo-

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